«Miremos a los ojos a los migrantes»
El Papa Francisco recuerda durante el rezo del ángelus su viaje a Chipre y Grecia. Horas antes, acudió a la plaza de España para rezar ante la Inmaculada Concepción
«Por favor, miremos a los ojos a las personas que son excluidas, dejémonos provocar por los rostros de los niños, hijos de migrantes desesperados. Ahondemos en su sufrimiento para dejar atrás nuestra indiferencia». Esta es la petición que ha hecho el Papa Francisco este miércoles durante el rezo del ángelus en la festividad de la Inmaculada Concepción, informa EFE.
Desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano, ha recordado su reciente viaje a Chipre y Grecia, realizado entre el 2 y el 6 de diciembre. «Chipre es una perla en el Mediterráneo, una perla de rara belleza», que soporta «el dolor de un muro que la divide», ha subrayado Francisco.
«Mi deseo es que sea siempre un laboratorio de la fraternidad, donde el encuentro prevalga sobre el desencuentro, que se acoja al hermano, sobre todo cuando es pobre, marginado o inmigrante. Insisto en que, frente a las caras de quien emigra, no podemos mirar hacia otro lado», ha añadido. También ha rememorado sus pasos por Grecia y Lesbos y ha dicho que en todas partes fue acogido con gran fraternidad.
Previamente al rezo del ángelus, el Pontífice ha señalado que es fundamental que las sociedades muestren humildad y alegría, con la atención puesta en el cuidado de los otros.
«Que [la Virgen] nos libre de la idea engañosa de que una cosa es el Evangelio y otra la vida; que nos encienda de entusiasmo por el ideal de santidad, que no es una cuestión de estampitas, sino de vivir cada día lo que nos sucede con humildad y alegría, libres de nosotros mismos, con la mirada puesta en Dios y en el prójimo que encontramos», ha concluido.
Rezo matutino ante la Inmaculada
Horas antes, en torno a las 06:15 horas, Francisco acudió a la romana Plaza de España, donde, por segundo año consecutivo por la pandemia, rezó de forma privada ante la Inmaculada Concepción.
El Papa, como es tradicional, colocó «una canasta de rosas blancas en la base de la columna en la parte superior de la cual está la estatua de la Virgen y se ha detenido en oración», según informó el Vaticano.
El Pontífice rezó por «la curación de los muchos enfermos; sanación, para los pueblos que sufren severamente las guerras y la crisis climática; y de conversión, para que derrita el corazón de piedra de los que construyen muros para protegerse del dolor ajeno».
Tras la oración ante la Virgen, el Papa ha ido a saludar a la embajadora de España, Carmen de la Peña, que le esperaba en la puerta de la Embajada de España. Según fuentes de la embajada, el Papa pidió disculpas «por la hora». Y la embajadora, informa Europa Press, respondió: «Esta es su embajada».