Mil formas de decir a los abuelos que los quieres - Alfa y Omega

Mil formas de decir a los abuelos que los quieres

Begoña Aragoneses
El ordenador portátil que ha dibujado Marina, de 5 años
El ordenador portátil que ha dibujado Marina, de 5 años. Foto: Marina.

Seguro que desde el principio habéis echado de menos los achuchones de los abuelos. Han pasado ya muchos días desde la última vez que os llevaron al parque, os fueron a buscar al cole o fuisteis a verlos a casa. Algunos quizá os habéis acercado a su balcón estos días, pero otros, por estar más lejos, no habéis podido, y no sabemos bien cuándo los veremos en persona. Por eso es muy importante que los acompañemos, aun en la distancia.

A estas alturas, habréis hecho ya un montón de videollamadas pero, ¿les habéis pedido que os cuenten un cuento? Porque a los abuelos les encanta contar cuentos y tienen una capacidad asombrosa para crear historias alucinantes. O a lo mejor estás haciendo los deberes y hay algo que se ha atascado… Llama al abuelo o a la abuela, ¡saben muchísimo! Y no solo de las asignaturas del cole; también de cosas como expresar sentimientos o emociones.

Les puedes pedir también que te enseñen a cocinar, conocen tantos trucos… Y si tú te sabes alguna receta chula, ¡enséñasela! Como Marta y Ana, dos gemelas de 12 años que han puesto en marcha en este confinamiento un canal de cocina en YouTube, Double Cooking, cuyos primeros fans son sus abuelos.

¿A qué jugabas de pequeño?

Puede ser que nunca les hayas preguntando a qué jugaban cuando eran como tú, cómo era su barrio o su pueblo, quiénes eran sus amigos. ¿Y cómo se conocieron? ¿Cómo fue la boda? ¡Y luego nacieron papá o mamá! ¡La de cosas que podemos descubrir en este confinamiento de la historia de nuestra familia!

Ahora los abuelos están un poco preocupados, y puede que tengan incluso algo de miedo a contagiarse con el coronavirus. Y como sabemos que rezar da mucha paz y que a Jesús y a la Virgen les gusta mucho que hablemos con ellos, una muy buena idea es hacer una videollamada con los abuelos y rezar juntos. Así se están ayudando unos a otros los mayores de Vida Ascendente, sobre todo los que están solos. Su presidente nacional, Álvaro Medina, que tiene ocho nietos, nos ha contado que se han organizado por diócesis para rezar oraciones a la vez, porque «hay mucha incertidumbre y la espera se está haciendo dura». También se llaman para comentar las lecturas de la Misa del domingo.

¡Y les podemos hacer reír! La profe de Íñigo, que es un niño de 9 años, les ha puesto un reto a sus alumnos: a ver cuál es el que, haciendo un vídeo, provoca más risas en sus abuelos. En la familia Aguilar se han propuesto que en cada videollamada diaria a la abuela y a las tías que viven solas, cada una en su casa, les tienen que hacer reír un poco.

Irene ha pintado el coronavirus. Foto: Irene

Comparte tus aficiones

Seguro que tienes alguna afición. A los abuelos les encanta veros haciendo lo que más os gusta. Miguel, por ejemplo, tiene 13 años y toca el violín, y a sus abuelos les ha enviado ya varios vídeos con piezas musicales para que se animen. Y si se os da fenomenal pintar, haced dibujos y enviádselos por WhatsApp, porque además luego se los reenvían muy orgullosos a sus amigos. Marina, de 5 años, les explicó a sus abuelos cómo había dibujado su ordenador portátil, copiado del que usan sus papás para teletrabajar.

Y si los pequeños de la casa están haciendo progresos, ¡enseñádselos! Como Daniel, que tiene 1 añito y se ha echado a andar en pleno confinamiento, y sus hermanas se lo mostraron a los abuelos en directo. O Paula, que a sus 2 años está aprendiendo lo que comen los animales y se lo explica por teléfono. Aunque no solo se ponen contentos con los peques: Inés y Cristina, de 10 y 11 años, son primas y juegan online al Pictionary y al Trivial, y aprovechan para saludar a la abuela, que se emociona al ver todo lo que saben.

Ejercicio

Ya sabéis que hay que estar en forma, y para los mayores esto es muy importante. Los fisioterapeutas de la Sociedad Española de Geriatría han propuesto hacer rutinas diarias de ejercicio, que puede ser incluso bailar, para paliar los efectos del sedentarismo de estos días. Puedes hacer como la familia Arenas, que quedan diariamente con los abuelos a las 18:30 horas para hacer cuatro minutos de sentadillas siguiendo un vídeo en YouTube. Es verdad que la abuela el primer día lo intentó y acabó en el suelo partida de risa, pero no ha desistido y sigue… ¡riéndose mucho!

Diles que los quieres un montón, a ellos les encanta oírtelo, y cántales una canción. Y prepara planes para cuando podáis volver a veros. Irene, de 3 años, en su primer paseo se fijó en la de piñas que había en los árboles y decidió que tenía que cogerlas «para el yayo, que le gustan mucho»; su hermana está guardándose las pepitas de las manzanas para cuando las pueda plantar con los abuelos.

¡Y lo más importante! En cuanto se pueda, no te guardes ningún beso y abrazo, ¡dales todos los que no has podido durante este tiempo!