Mercedes González: «Que este Papa viniera a España sería muy importante» - Alfa y Omega

Mercedes González: «Que este Papa viniera a España sería muy importante»

Para la delegada del Gobierno en Madrid, Francisco es «una persona muy cercana» y «con la cabeza amueblada». Valora su invitación a la unidad y a preocuparse «por el pueblo»

Rodrigo Pinedo
Francisco con Mercedes González. Foto: Vatican Media.

Como delegada del Gobierno, ¿qué le queda de la audiencia con Francisco?
Hay un impacto viral, que es el saludo del Papa a Almeida con ese espontáneo «el heredero de la gran Manuela», y hay también un eco mediático, que quizá se lo llevó la presidenta de la Comunidad de Madrid por la polémica de sus mensajes del día anterior. Pero, quitando eso, a mí sí me gustaría que quedase que, hace un año, las tres administraciones nos unimos en torno a san Isidro, el patrón de nuestra ciudad, y que tenemos un convenio para trabajar conjuntamente. Esto se ha coronado con una audiencia con el Papa, que, además, ha sido en una semana marcada por el décimo aniversario de su pontificado. Es una persona muy cercana, muy cordial, y que tiene muy claro el magisterio que quiere dejar, con su invitación a la unidad. Ha tomado decisiones valientes en el seno de la Iglesia y nos pidió la misma valentía en política. Conoce la actualidad y nos dijo que tuviéramos claro que lo primero tiene que ser el interés del pueblo, más tarde el interés del pueblo, después el interés del pueblo y ya, mucho más allá, al final, los intereses particulares o de partido.

Al salir del encuentro, aparte de esa llamada a la unidad, «que no es uniformidad», coincidieron en su preocupación por los más vulnerables…
Es un Papa muy especial. Aparte de carisma, tiene muy clara la visión de lo que tiene que hacer en el tiempo que esté.

En unos días participa en una mesa sobre Fratelli tutti en el congreso de Pastoral Universitaria. ¿Deberían leerla todos los políticos?
Creo que sí. Deberíamos leerla todos, creamos o no creamos. Es un Papa con una visión muy clara de cuál ha de ser su legado no solamente en la Iglesia, sino con todos. A nosotros, a los representantes de las instituciones, nos dio el mensaje de la unidad, de eliminar la confrontación…

Hay que tomar nota ahora que vienen tantas citas electorales.
Yo entré en la Delegación del Gobierno en la precampaña de las elecciones repetidas, que fue muy crispada, y en la que tuvimos que poner seguridad a todos los candidatos. Desgraciadamente, hay una política de trincheras, donde el espacio de entendimiento es menor, y la sociedad está altamente polarizada. Es verdad que las elecciones son contiendas electorales, en las que se demuestra que no somos uniformes y tenemos distintas ideas para la sociedad, pero de ahí a los ataques o a la degradación del otro media un abismo.

¿Invitaron al Papa a visitar España?
Le preguntamos y dijo: «Pronto». Que este Papa viniera a España sería muy importante. Hay que llevarle a la valla de Melilla, donde hay mucha gente que lo pasa mal, o a la Cañada, que lleva dos años y medio sin luz… A la realidad de la vida que hay en nuestro país. Ojalá que venga. Yo le vi muy bien, con la cabeza amueblada, rápida, aun con su problema de movilidad.

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