Mentideros - Alfa y Omega

Mentideros

Cristina Tarrero
Convento de san Felipe, Madrid. Foto: ‘La Academia’ en grabadoantiguo.com

Los medios de comunicación han cambiado nuestras vidas. Las noticias, ya sean de política o de entretenimiento, se dan a conocer por diferentes canales: televisión, internet, redes sociales… Los ciudadanos no necesitan salir de casa para estar informados y distraerse, simplemente conectando un ordenador o una televisión reciben más información en un minuto que nuestros antepasados en varios años. Hay programas de todo tipo, algunos alimentan los chismes y cotilleos y son ocasionalmente criticados como un mal del siglo XXI, pero no es del todo cierto, puesto que los mentideros han existido siempre, lo único novedoso es que ahora se considera una profesión y un modo de vida a una actividad que en tiempos era lúdica.

En Madrid durante el Siglo de Oro había tres mentideros a los que acudían los vecinos para enterarse de las noticias y charlar. En ellos no solo se chismorreaba, sino que se daban a conocer las novedades políticas, se hablaba de las guerras o de los amoríos de la corte.

El mentidero más famoso era el situado en las gradas del convento de San Felipe Neri. El convento había sido edificado en 1564 y su original construcción permitía que en la zona inferior se situase un mercado. Allí se encontraban los comerciantes, los compradores, los curiosos, los cotillas e incluso los soldados que iban a ser reclutados en Flandes. Crónicas de la época mencionan sucesos famosos que ocurrieron en el mentidero de San Felipe Neri, como el asesinato del conde de Villamediana. Todo esto se observa con claridad en los grabados del siglo XVII y XVIII y en la maqueta del Museo de Historia de Madrid, que nos muestra las gradas saturadas de gente de toda condición social que acudía a participar de la actualidad y el cotilleo.

Otro mentidero conocido era el situado cerca de palacio, junto al Alcázar. Era llamado de las losas de palacio porque estaba en una zona enlosada que desapareció con la creación de la plaza de Oriente. Era frecuentado por los personajes que querían contactar con la corte, o los cortesanos para solicitar o recibir algún favor real.

Por último, estaba el mentidero de los representantes, utilizado por los comediantes y actores. Estaba situado en el actual barrio de las Letras, y era el lugar donde se daban a conocer las nuevas obras de teatro y se encontraban los actores y los dramaturgos.