Después de su estreno en el continente americano, llega a nuestros cines Max y yo. Estamos ante una película de animación que acerca a los más pequeños la figura de san Maximiliano Kolbe. El argumento parte del tiempo presente, con una historia de ficción en la que un joven huérfano rebelde, D. J., que ha sido detenido por pintar grafitis en la fachada de una iglesia, puede evitar su ingreso en un reformatorio si hace de chófer y ayudante de Gunter, un anciano de origen polaco que vive cerca de él. Un día el anciano le enseña una imprenta que guarda en el sótano y le cuenta que con esa imprenta el padre franciscano Kolbe había impreso su revista El caballero de la Inmaculada. El joven D. J. no tiene ni idea de quién es ese Kolbe, a pesar del retrato suyo que hay en la pared.
Entonces Gunter, que compartió celda con Kolbe en el campo de concentración de Auschwitz, le empieza a contar la historia de ese santo mártir. La película va alternando la trama actual con flashbacks de la vida de Kolbe, desde que era un travieso niño hasta su muerte y posterior entrada en el Paraíso.
Esta película está concebida para los más pequeños y preadolescentes, con la advertencia de que algunas escenas del campo de concentración tienen un cierto nivel de dureza. Está contada de forma que se sigue bien, y se refresca por la alternancia de tramas. Se han escogido con mucho cuidado los pasajes de la vida de Kolbe y sus diálogos para ofrecer una mirada objetiva y seria sobre su vida, a la vez que amena y sencilla. Nada importante se deja fuera. Se subraya mucho su amor a la Virgen, lo cual permite que la dureza de su historia esté atravesada de cierta luminosidad y consuelo marianos.
Por su parte, la trama contemporánea muestra la actualidad del santo y su capacidad para atraer la atención de los más jóvenes. El hecho de introducir una trama romántica y situaciones de acoso escolar facilitan ver la película con los ojos del siglo XXI y que los más jóvenes puedan conectar con el personaje. La parte final del filme, previa a los créditos, ofrece numerosas fotos de archivo y datos relativos a los campos de concentración.
Al frente de la película está el director de animación californiano Donovan Cook, conocido por sus trabajos en animación tradicional en 2D en la Disney y en Hanna-Barbera, para la que realizó la serie 2 Stupid Dogs. Sin embargo la animación en 3D es probablemente lo menos satisfactorio, dado que los niveles alcanzados en esa industria están muy por encima de los que ofrece esta producción, que hubiera requerido un mejor movimiento de los personajes y sobre todo una mayor expresividad corporal y facial. Detrás del proyecto está la compañía mejicana Dos Corazones, que produce películas de temática religiosa y que tiene una plataforma donde ver películas «que inspiran», según reza su web.
Donovan Cook
México
2023
Animación
+12 años