Más de la mitad de los analfabetos del mundo son mujeres - Alfa y Omega

Más de la mitad de los analfabetos del mundo son mujeres

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Alfabetización y la secretaria técnica de Manos Unidas, Encarnación Escobar, recuerda la importancia en las instituciones de un país «porque permite a los ciudadanos organizarse y exigirles rigor y seriedad»

Ester Medina
Proyecto de alfabetización digital de Manos Unidas en la región india de Bengala Occidental
Proyecto de alfabetización digital de Manos Unidas en la región india de Bengala Occidental. Foto: Manos Unidas / Don Bosco.

Mariama Bassène ha pasado sólo tres años de su vida en la escuela. Ni siquiera le dio tiempo a aprender a leer y escribir. Esto le provocó a la mujer senegalesa, entre otras muchas cosas, grandes pérdidas en el mercado cuando iba a vender su cosecha de lechugas, berenjenas, tomates y pepinos, ya que no sabía calcular bien el precio de la venta. Hasta que comenzó a ir a uno de los proyectos de alfabetización básica que ofrecía Manos Unidas en Casamance. A partir de ahí, Mariama cogió fuerzas y asistió también a una formación hortícola y de gestión de pequeños ingresos, entendiendo los conceptos de ingresos, gastos y beneficios, lo que le permitió ahorrar el suficiente dinero para enviar a la escuela a sus hijas.  

Ella es un ejemplo de un porcentaje dramático: el 57 % de las mujeres del mundo, especialmente en África Subsahariana y en Asia Central y Meridional, son analfabetas. La secretaria técnica del área de proyectos de Manos Unidas, Encarnación Escobar, apunta en conversación con Alfa y Omega a la pobreza como causa del problema. «Las niñas son las primeras que dejan de estudiar o incluso las hay que no llegan a acceder a ningunos estudios, pues las familias las obligan a encargarse de la casa, los hermanos pequeños, el agua y la leña», añade.  

Este domingo se celebra el Día Internacional de la Alfabetización que, según Manos Unidas, constituye un primer paso imprescindible para garantizar el derecho humano a la educación, y un requisito previo para el acceso al resto de derechos humanos. «A pesar de ello, las cifras siguen mostrando esta realidad contraria a la garantía de estos derechos», denuncia María José Hernando, del departamento de estudios de la organización.  

El papel de la alfabetización no se puede desligar del desarrollo de un país, entre otras cosas, «porque las instituciones públicas de un país son más fuertes si la tasa de alfabetización es alta, pues los ciudadanos se organizan y exigen rigor y seriedad a las instituciones», explica Escobar, y apunta a la importancia de fomentar también la educación como pieza clave para combatir los conflictos socieconómicos que muchas ocasiones enfrentan los países empobrecidos.  

El elevado número de mujeres analfabetas en el mundo implica que sus voces se escuchen menos, dejándolas sin recursos para desenvolverse y desarrollarse también profesionalmente. «En las familias, por ejemplo, no se tienen en cuenta las opiniones de una mujer analfabeta, y en las comunidades tienen menos influencia. Tampoco tienen acceso a las instituciones, por eso la representación de las mujeres entre las autoridades públicas de muchos países es aún muy escasa», explica la secretaria técnica de Manos Unidas. Además, recuerda que el analfabetismo trae consigo también «matrimonios precoces y altas tasas de mortalidad materno infantil».  

Un «faro de esperanza» 

Durante el año 2023, esta organización católica destinó casi 9 millones de euros a más de 150 proyectos educativos dirigidos específicamente a la formación de niños y adultos, relacionados sobre todo con el conocimiento de las herramientas digitales, así como las tecnologías de la información y la comunicación.  

Por eso, los socios locales de Manos Unidas definen como «un faro de esperanza» el proyecto Bridging the Digital («Cerrando la brecha digital»), que desarrollan en cuatro comunidades rurales y remotas de la India. Mediante la creación de laboratorios informáticos en tres internados y dos centros educativos rurales, el proyecto aborda directamente la falta de acceso a la tecnología y de competencias digitales a la que se enfrentan muchos estudiantes de familias vulnerables de la zona. Con profesores cualificados y un plan de estudios digital, estos niños adquieren las herramientas que necesitan para acceder a la información, mejorar su educación y contribuir a sus comunidades.