Martínez Oliveras: «No sé si toca a los religiosos dar la batalla cultural, pero desde luego nos incumbe la testimonial» - Alfa y Omega

Martínez Oliveras: «No sé si toca a los religiosos dar la batalla cultural, pero desde luego nos incumbe la testimonial»

La Semana Nacional de Institutos de Vida Consagrada aborda del 16 al 18 de abril en Madrid la presencia de los religiosos en la sociedad de hoy

Fran Otero

Consagrados para la vida del mundo. La Vida Consagrada en la sociedad actual. Este es el tema de la 49ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada, que tendrá lugar en Madrid durante la semana de Pascua, del 16 al 18 de abril, y que han presentado este miércoles Carlos Martínez Oliveras, director del Instituto Teológico de Vida Religiosa de los Misioneros Claretianos, que organiza el evento, y Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas.

«La vida consagrada se mueve y trabaja en medio de la sociedad y contribuye de una manera determinante a la construcción del bien común. Se trata de un don de vida, santidad y misión dentro de la Iglesia que también tiene su palabra en el conjunto de la sociedad. […] Está llamada a ser fermento evangélico en el mundo. Los consagrados son llamados a poner y dar vida en tantas situaciones de muerte que laceran la piel de las realidades cercanas», señaló Martínez Oliveras.

Para ello se ha preparado un programa en el que se abordarán, a través de diferentes ponencias, cuestiones como los valores de la sociedad actual, de dónde vienen y sus consecuencias (José María Vegas, jefe de estudios del Seminario de San Petersburgo), el seguimiento de Jesús en tiempos posmodernos (Jolanta Kafka, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales), el desafío de la inmigración (Cristóbal López, cardenal arzobispo de Rabat), la familia (Manuel Arroba, decano del Instituto Teológico Juan Pablo II para la Familia), la sociedad de la información (Gonzalo Fernández Sanz, prefecto general de Espiritualidad y vicario general de los Misioneros Claretianos) y el diálogo intercultural e interreligioso (Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso).

Al margen de las ponencias, la semana incluye un diálogo entre el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, y el exembajador de España ante la Santa Sede Francisco Vázquez sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado que, según Martínez Oliveras, «no son ajenas a la vida consagrada». Y también un panel que abordará la actualización pastoral en tres direcciones: educar, curar y predicar.

También se harán presentes durante la semana el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza; el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras; y la presidenta de CONFER, Mariña Ríos.

Para el director del ITVR, la función principal de los religiosos hoy es ser significativos, más que ser muchos. «La Vida Consagrada siempre ha sido minoritaria en la Iglesia. Su condición no es tanto de relevancia como de signo», explicó.

«No sé si nos toca a nosotros dar batalla cultural –continuó–, pero desde luego nos incumbe dar la batalla testimonial para declarar con nuestra vida que la fe cristiana y el testimonio de los consagrados hace de esta sociedad un lugar más bello, más justo y más verdadero».

«Lo nuestro va más por la vía del testimonio que por el número», concluyó Fernando Prado, que puso en valor la entrega de los religiosos por todo el mundo y su aportación pionera en cuestiones, por ejemplo, como el multiculturalismo o la reorganización de comunidades, donde es punta de lanza.