Mariano Angelucci: «Las obras estarán terminadas donde haya actos del jubileo»
El suelo que un día pisaron los emperadores romanos se está remodelando de arriba a abajo —en casi un millar de puntos— de cara al que será el gran evento para los católicos: el Jubileo 2025. No es tarea fácil. Al vicepresidente de la comisión especial del Ayuntamiento de Roma para gestionar el Año Santo le ha tocado la tarea de la puesta a punto, en todos los sentidos, de la Ciudad Eterna.
Quedan menos de tres meses para que comience el Jubileo 2025. ¿Cuál es el balance de las obras?
Son casi 1.000 y van muy bien. Las inaplazables estarán terminadas para la apertura de la Puerta Santa. Son las más importantes, como la de Piazza dei Cinquecento (frente a Termini) y Piazza Pia (cerca del Vaticano). Las otras se completarán para la apertura de los actos a partir del 28 de febrero. A lo largo de estos meses, se irán definiendo y cerrando para tenerlas acabadas a finales de año, teniendo en cuenta que, donde haya actos del jubileo, las obras estarán terminadas.
Algunas se han visto interrumpidas por hallazgos arqueológicos, como la de Piazza Pia, donde se encontró la tintorería de Calígula. ¿Puede afectar?
No, en absoluto. Estarán todas terminadas porque gracias a un protocolo que se utilizó por primera vez para las paradas del Metro C (que pasa por el Coliseo) y junto con la Superintendencia que gestiona el patrimonio cultural y arqueológico de nuestra ciudad, se catalogarán todos los hallazgos. Y luego por ejemplo, los de Piazza Pia, que son importantes y maravillosos, se reconstruirán dentro del jardín del Castel Sant’Angelo. Así serán accesibles a los ciudadanos.
¿Se han actualizado las previsiones de peregrinos y turistas que visitarán Roma el año que viene? ¿Cómo se reforzará la seguridad?
Siempre estamos entre 35 y 50 millones, entre turistas y peregrinos. Por eso, habrá miles de cámaras nuevas. Se han contratado también 1.000 policías más. Y, por supuesto, habrá un importante despliegue de Protección Civil por toda la ciudad. Luego estarán las fuerzas del orden: Carabinieri, Guardia di Finanza [un cuerpo militar, N. d. R.], Ejército puesto a disposición por el Gobierno. Ciertamente, se están preparando toda una serie de protocolos en materia de seguridad.
Debido a la gran afluencia para el jubileo, en las últimas semanas se ha hablado de imponer una tasa turística para entrar en la Fontana di Trevi, ¿qué se plantea en concreto?
Es una idea. La afluencia de turistas a nuestra ciudad ha adquirido proporciones enormes y, muy a menudo, hay también un problema de seguridad para la visibilidad de los monumentos. Se está considerando, pero todavía no se ha decidido nada. Estamos en una fase preliminar. No es establecerla para el acceso a la plaza, sino para la parte de la escalinata que lleva a la fuente: un ticket de acceso, tanto por razones de seguridad como para mejorar la usabilidad del bien, porque se ha hecho casi imposible disfrutar cinco minutos mirando la fuente.
La logística para los peregrinos, ¿cómo se está llevando a cabo?
Estamos habilitando varios espacios, porque habrá quienes duerman en hoteles, quienes lo hagan en casas del peregrino y están los que preferirán estar en campamentos y en espacios que permitan una tienda de campaña y demás. Entre el Ayuntamiento de Roma y la ciudad metropolitana intentaremos satisfacer lo mejor que podamos a todos los turistas y peregrinos que vengan a nuestra ciudad, acogiéndolos lo mejor que podamos, porque Roma es una ciudad abierta.
Se está trabajando con el Vaticano. ¿Cómo es la relación con la Santa Sede?
El impresionante despliegue de la Administración es en apoyo de lo que es la fiesta de la cristiandad. Es algo que nunca debe olvidarse porque, a menudo, no nos acordamos de que el jubileo es la redención de los pecados. Las relaciones con el Vaticano son excelentes.