María José Gascón: «Hay que proporcionar herramientas para identificar el discurso de odio»

¿Qué esconde el aumento de los delitos de odio? ¿Tanto se ha polarizado la sociedad? ¿O es que somos más sensibles y los detectamos mejor?
Detrás hay múltiples razones: racismo estructural, un discurso racista y antimigración que ha calado de forma alarmante en la sociedad, la desinformación y los bulos, etc. Pero más que polarización de la sociedad, que también, hablaría de polarización del espectro político, ya que las narrativas antimigración se han integrado preocupantemente en la agenda de la actualidad con dos consecuencias inmediatas. Por un lado, han generado un clima de rechazo hacia las personas migrantes y racializadas obviando la realidad social de estas personas y del país. Por otro, han puesto en duda valores humanos universales cuya positiva dimensión ética se dio por sentada hace décadas. Han introducido en el terreno de juego ideas populistas que, además, se ven respaldadas por un discurso de ultraderecha cada vez más presente en Europa. Por otro lado, también hay que destacar una mayor concienciación y sensibilización social sobre este tipo delitos.

¿Cómo se desactiva esa narrativa?
Para desactivarla es muy importante la educación, la sensibilización y la concienciación social. Hay que proporcionar herramientas para identificar el discurso de odio antimigrante y las estrategias que lo componen. Asimismo, se debe abordar el fenómeno de la desinformación y explicar cómo los bulos contribuyen a construir y difundir los mensajes de odio. Es necesario implementar, incluso a nivel personal, técnicas para verificar contenido. También es de vital importancia fomentar e impulsar narrativas transformadoras sobre las personas migrantes acordes a la realidad y que no generen alarmas infundadas a nivel social. En Oxfam Intermón, por ejemplo, contamos con una guía de comunicación sobre migraciones en la que se subraya la importancia de contextualizar los datos o en la que se insta a ser propositivo, mostrando las posibilidades de cambio, las oportunidades y las contribuciones, más que defensivo hacia los discursos de los grupos contra la migración.

¿Hay delitos de odio que la sociedad tenga más interiorizados y que, por lo tanto, pasen más desapercibidos?
La pirámide del odio de la Anti-Defamation League nos muestra de forma muy gráfica las causas y efectos del odio basados en comportamientos y actitudes que pueden derivar en distintos tipos de delitos de odio. La parte más baja de la pirámide, con estereotipos y prejuicios se corresponden con los procesos de otredad y deshumanización que afloran de forma invisible en el imaginario de las personas. Varios de los prejuicios y estereotipos representados en esta parte más baja de la pirámide están de forma invisible en un nivel cognitivo emocional, pero son la base o sustrato que sustentan otras actitudes racistas y xenófobas y la posibilidad de acometer delitos de odio, desde el discurso del odio, hasta la discriminación (empleo, vivienda, sanidad, educación, etc.), la violencia contra propiedades y símbolos y la violencia física hasta llegar al genocidio, en el vértice de la pirámide.