María del Carmen de Jorge: «La adversidad es siempre una oportunidad para aprender»
La Iglesia española se suma al Día Internacional de las Personas con Discapacidad subrayando la igualdad de todos a los ojos de Dios: «La discapacidad nos acompaña a todos»
En la campaña que la Conferencia Episcopal Española ha lanzado con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se celebra este martes 3 de diciembre, los obispos españoles aseguran que «la discapacidad nos acompaña a todos». En este sentido, se preguntan: «¿Quién es capaz de decir que él no tiene ninguna discapacidad?».
Es la misma tesis que mantiene María del Carmen de Jorge Mesas en el libro Cambiar la mirada. Un acercamiento a las personas con discapacidad, del que es coautora. «Todos somos discapacitados porque somos limitados, envejecemos y enfermamos. Pero la adversidad es siempre una oportunidad para aprender», sostiene.
En conversación con Alfa y Omega De Jorge Mesas, que participa con su testimonio en la campaña de la CEE, ahonda en esta idea: «El sufrimiento forma parte de la vida, afecta a todos. Lo acabamos de ver en Valencia», donde en unas pocas horas «el agua ha arrasado la existencia de muchas personas». Ante esta realidad, María del Carmen cree que «hay dos opciones: O nos miramos el obligo o decides ir más allá de tus limitaciones y amar al prójimo».
Como respuesta, De Jorge habla de su propia vida. «Desde el día que nací padezco osteogénesis imperfecta, una enfermedad genética conocida como “huesos de cristal” que se caracteriza por una deficiencia en la producción de colágeno en los huesos». A pesar de ello, «soy abogada desde hace 34 años. También he fundado la Asociación Huesos de Cristal España». Y añade: «Jamás me he considerado menos válida que nadie. Tener una discapacidad no significa estar por debajo en dignidad o derechos».
De esta forma, la abogada rechaza la «visión paternalista» que muchas personas tienen todavía hoy en la sociedad. «Es muy frecuente la expresión “pobrecito” y de pobrecitos no tenemos nada. Todos somos iguales, porque todos somos hijos de Dios», concluye la abogada, cuya carrera profesional ha estado marcada por los innumerables pleitos ganados a lo largo de su vida.
Su trayectoria es paradigma de la idea con la que los obispos españoles concluyen su mensaje para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad: «Las personas con discapacidad nos ofrecen su testimonio de lucha esperanzada, sabiendo que no caminan solos, sino que Cristo, nuestra esperanza viva, camina con ellos. La fe en Cristo no es solución a los problemas, pero sí que es luz para dar sentido a lo que el mundo ve como oscuridad. Siempre hay una rendija de luz que es signo del sol que no tiene ocaso, Jesús, el resucitado, que cada día sale para que nosotros podamos seguir caminado juntos regalando esperanza».