María Antonia Ruiz: «Esta es una medida clara de protección a mamás y bebés»
La responsable del Hogar Santa Bárbara cuenta que el recurso en el palacio arzobispal ayudará a mujeres a iniciar con sus hijos «una relación de por vida»
¿Cómo surgió la idea de alojar a madres con sus hijos en el palacio arzobispal?
Estábamos teniendo mucha demanda y contábamos mes a mes con muchas mujeres en listas de espera que llamaban a nuestro otro recurso. Como solo teníamos once plazas, estábamos siempre cubiertas. A la par, el arzobispo ofreció parte de su casa para algún proyecto de Cáritas. Pensamos que este era un colectivo muy bonito para trabajar con ellas.
¿Cuántas personas van a vivir aquí? ¿Qué perfil tienen?
Estas son mujeres más veteranas, más maduras, tienen habilidades adquiridas en tareas domésticas y mayor recorrido de vida. Las hemos observado en el otro Hogar Santa Bárbara y son las idóneas para venir aquí. Ya han dado a luz, sus bebés tienen entre 3 y 4 meses y hay un proceso muy adelantado. Otras compañeras suyas son muy jóvenes, de 21 años, y habría que trabajar con ellas para que adquieran habilidades relaciones o domésticas. Las de aquí cocinan y limpian para el resto y es una manera de enseñarles por si encuentran algún trabajo.
¿En el futuro se espera que venga más gente a esta casa?
Pensamos prepararla para seis. Es lo que entendemos que da de sí esta estancia, contamos con dos habitaciones individuales y dos dobles. Este proyecto es un reto porque se lleva a cabo todo con personal voluntario. Estamos dos técnicos del primer Hogar Santa Bárbara. Y tanto religiosas como voluntarias laicas. Llevar a cabo un proyecto así no es fácil, porque cubrimos 365 días del año, siete días a la semana, 24 horas al día.
¿Cuánto tiempo estarán aquí?
Hasta que el bebe cumpla 6 meses. Si alguna mujer necesita algo más de tiempo, podemos verlo. Si aún requiere que se siga interviniendo con ella, se le puede derivar a algún otro recurso de residencia maternal. Hay varios que acogen a mamás con bebés hasta 3 años.
¿Qué importancia tiene que los bebés estén en un lugar de cuidado?
Cuando las mujeres llegan a nuestro recurso, muchas vienen con preeclampsia, tensión alta debido a su trauma. Lo transmiten al bebé cuando lo llevan dentro y cuando nace a través de la lactancia. Los bebés son esponjas y perciben el estado y la situación de la mamá. Por eso es importante que esté cómoda y disponga de todos los recursos necesarios. Si la mamá viene embarazada de 6 meses, el alojamiento dura el periodo de embarazo y los 6 meses después de dar a luz. Es un espacio de cuidado, seguro, y esa formación que les damos y esa paz y tranquilidad redunda en crear vínculos de apego con el bebé. Es el inicio de una relación de por vida.
Por el primer Hogar Santa Bárbara han pasado muchas mujeres, ¿tenéis alguna historia de éxito?
Muchas. A algunas de ellas, el papá de sus hijos no las quiso reconocer en el momento, pero una vez que han estado aquí y han salido, se han vuelto a acercar. Hay chicas formadas que están trabajando elaborando páginas web y bastantes en hostelería. Están contentas y están bien.
¿Cómo ves que la Iglesia abra su casa principal a la vida?
Esto caracteriza y define la sensibilidad que tiene por lo social y el cuidado por proteger la vida. Puede ser fácil hablar contra el aborto, pero esta es una medida clara y patente del cuidado y la protección que se da a las mamás y a los bebés para que su vida germine y dé fruto. Para nosotras, es un agradecimiento completo y total. Nos sentimos muy honradas de compartir este espacio. Es muy grato para nosotras y esperamos seguir formando parte de esta casa y comunidad y ver cómo el Señor actúa en cada una de las mamás y de los niños.