Manresa se prepara para Ignatius 500

El Papa ya había dejado claro con anterioridad que para realizar un viaje a España «primero tienen que ponerse de acuerdo ustedes». Sin embargo, hace poco más de una semana se apreció un ligero cambio de postura en Francisco. Al encontrarse con la primera delegación española que recibe tras el confinamiento, el Pontífice dijo que «le gustaría muchísimo» visitar Manresa «si la máquina [el cuerpo] se lo permite», explica a Alfa y Omega el concejal de Turismo y Proyección de Ciudad del Ayuntamiento de Manresa, Joan Calmet.

Acogida y esfuerzo

Las palabras del Santo Padre se produjeron en un encuentro en el Vaticano el pasado 6 de junio con una delegación del Ayuntamiento de Manresa, encabezada por el alcalde Valentí Junyent, y en el que también participó el superior del santuario de la Cueva de San Ignacio —donde tantas veces rezó el santo y donde surgió su libro Ejercicios espirituales—, el jesuita Lluís Magriñà.

El objetivo de la visita a Santa Marta fue presentar el Proyecto Manresa 2022, con el que la ciudad quiere celebrar el 500 aniversario de la conversión de Ignacio de Loyola y su paso por la ciudad. «Pensamos que es una herramienta importante para proyectarnos como ciudad». La idea es «desarrollar un conjunto de actividades de todo tipo relacionadas con el concepto de transformación y los valores que representa san Ignacio de Loyola, como son la tolerancia, la solidaridad, la acogida o el esfuerzo personal», asegura Calmet.

Retraso por el COVID-19

Sin embargo, a pesar de la buena sintonía de la Compañía de Jesús con las autoridades civiles —incluso «nos pasan anticipadamente todo lo que publican sobre Manresa 2022 para que lo revisemos por si hay algo que no es correcto», asegura Magriñà—, lo cierto es que los jesuitas, como no podía ser de otra forma, están desarrollado su propio programa para conmemorar el quinto centenario de la conversión de su fundador.

Se trata de Ignatius 500, un año ignaciano que se celebrará desde el 20 de mayo de 2021 —aniversario de la herida de guerra sufrida por Ignacio de Loyola y que motivó su conversión— hasta el 31 de julio de 2022, festividad de san Ignacio, con el lema Ver nuevas todas las cosas en Cristo. «Precisamente hoy hemos tenido otra reunión del comité de coordinación de todas las actividades para seguir avanzando en los preparativos, pero lo cierto es que el COVID-19 nos ha retrasado bastante», asegura Magriñà desde el otro lado de la línea.

La aparición del coronavirus, por ejemplo, ha afectado a la labor de promoción y a la inscripción de los participantes. «Estaba previsto que se hiciera en el tercer trimestre, pero con el cierre de los colegios y las universidades ha sido imposible», explica el sacerdote jesuita. Esta tarea se retomará en septiembre, tan pronto como abran las aulas.

Hasta entonces, el comité de coordinación continúa trabajando en la preparación de un completo programa de actividades «que se realizarán según los distintos sectores —colegios, universidades, trabajo social, centros de espiritualidad…—» y que se publicará en la web ignatius500.org, en principio, antes del final del año.

En el programa, aunque todavía no está cerrado, «ya están fijados algunos acontecimientos importantes», adelanta el miembro del comité. «El 12 de marzo de 2021 el Papa celebrará la Eucaristía en la iglesia del Gesù —la iglesia madre de los jesuitas—, en Roma; del 14 al 18 de julio de 2021 todas las asociaciones de antiguos alumnos jesuitas del mundo se van a reunir en un congreso en Barcelona; el 31 de julio de 2021 vendrá el padre general, Arturo Sosa, a la Cueva de San Ignacio, y esperemos que lo haga acompañado por el Santo Padre, que nunca ha estado aquí», concluye Lluís Magriñà.