Mama Antula será canonizada el 11 de febrero
«Está de más decir que yo hubiera querido ir a Argentina a beatificar a Mama Antula», escribía Francisco en un mensaje en 2016. El Papa desea viajar a su país natal en 2024
Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, será canonizada el 11 de febrero de 2024 y se convertirá así en la primera santa argentina. El Vaticano acaba de dar a conocer esta fecha. En octubre, el Papa aprobó el decreto que reconocía el milagro atribuido a la intercesión de la beata. Fue la curación de un hombre que padecía un ictus isquémico con infarto hemorrágico en múltiples zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente y fallo multiorgánico.
Antonia de Paz y Figueroa, Mama Antula, nació en 1730 en Silipica, Santiago del Estero, en una familia acomodada. Desde muy joven entró en contacto con la espiritualidad ignaciana. En 1745 tomó el hábito jesuita, hizo votos privados y comenzó a llevar vida comunitaria junto con otras mujeres consagradas. Llevó a cabo una intensa labor espiritual y social en Argentina, fundando en 1795, en Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, actualmente un monumento nacional. Mama Antula es muy conocida en el país porque, después de la expulsión de los jesuitas, fue de ciudad en ciudad promoviendo los ejercicios espirituales según el espíritu ignaciano. Caminó más de 4.000 kilómetros para continuar con el legado jesuita a pesar de la prohibición. En solo 8 años logró que unas 70.000 personas hicieran ejercicios espirituales.
«Hubiera querido ir a Argentina a beatificarla»
En agosto de 2016 fue beatificada con una multitudinaria misa en la provincia norteña de Santiago del Estero, de donde era natural, después de que el Vaticano le atribuyera la curación en 1904 de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador.
Entonces, Francisco enviaba un mensaje a los fieles argentinos en el que decía: «Está de más decir que yo hubiera querido ir a Argentina a beatificar a Mama Antula y a canonizar al Cura Brochero, pero no pude hacerlo, no es posible. Ustedes no saben cuánto me gustaría volver a verlos. Y tampoco podré hacerlo el año próximo porque ya están compromisos fijados para Asia, África, y el mundo es más grande que Argentina, y bueno, pero hay que dividirse, dejo en manos del Señor que Él me indique la fecha». Quizá finalmente esa fecha sea en 2024.