Magia conventual para evangelizar

La Muestra de Cine Madrimaná (www.madrimana.com) acoge este sábado la actividad Magia que evangeliza, una iniciativa de las mismas dominicas de Lerma que lanzan a diario a través de WhatsApp El reto del amor. «Se trata de unos trucos de magia sencillos con los que cualquiera puede romper el hielo para empezar a hablar de Cristo de forma fácil y atractiva», explica sor Leticia, una de las responsables del reto y de este taller. «En sí los trucos no son un gran misterio –afirma–, ya que la magia en realidad no existe: son fenómenos que tienen una explicación científica o juegos de lógica. Es un simple juego en el que se crea la ilusión de que ocurre algo inexplicable, pero nosotras lo utilizamos como una catequesis que nos da pie a anunciar a Jesucristo».

Una lección de confianza

Por ejemplo, un anillo que mágicamente se engancha en una cadena da pie para decir que, en el momento en que dices que sí a Cristo, aunque sientas vértigo, ya no te caes, porque Él te agarra y te sostiene. O un globo bien hinchado, pero que es atravesado por una larga aguja sin estallar, nos muestra cómo Cristo entra en nuestra vida sin romperla, sin destruirla, como decía Benedicto XVI: «Cristo no te quita nada y te lo da todo».

Como monjas de clausura, las dominicas de Lerma no pueden salir del convento. Por eso han formado a familias y laicos, que ahora van por parroquias y colegios mostrando estos trucos, «en los que Cristo es el verdadero protagonista, porque estos sencillos trucos son solo una herramienta para poder hablar de Él», explica sor Leticia. Por ejemplo, un grupo de familias visitó el hospital de parapléjicos de Toledo para ofrecer esta catequesis. Teresa Ekobo, organizadora de Madrimaná y participante en uno de estos talleres junto a su familia, explica que «los chicos y sus familias lloraban, porque casi todos los trucos tratan sobre el abandono en las manos de Dios. Es una catequesis muy visual y fue para ellos una gran lección de confianza, de dejarte hacer por el Señor». Cada truco tiene su propio mensaje, pero «todos trasmiten que Cristo ha muerto y ha resucitado por ti, para que tengas Vida», concluye sor Leticia.