Escuelas Católicas: «Madrid se entendería mal sin sus colegios católicos»

Más de 500 titulares y directivos de centros de identidad católica se han congregado este jueves y viernes en Madrid para celebrar el quinto congreso que organiza Escuelas Católicas de Madrid, bajo el lema Sí, creo.

«La escuela católica madrileña goza de buena salud. Es verdad que hay problemas de índole distinta y tenemos por delante el reto de la disminución de la natalidad, pero las aulas están llenas y los padres siguen confiando en nosotros», afirma Emilio Díaz, director de Comunicación de ECM. «La sociedad nos valora y nos quiere —añade Díaz—, porque ofrecemos un servicio educativo, social y cultural de primer orden. Madrid se entendería mal sin la escuela católica».

Las dos jornadas han transcurrido con aportaciones de diferentes ponentes del mundo artístico, científico, empresarial, comunicativo y educativo, que han dado paso a doce talleres centrados en los temas más demandados por los colegios. En todos ellos, el eje ha sido el juego de palabras entre creer y crear, «porque se trata de reforzar nuestra identidad y de innovar sobre lo que ya creemos». La escuela católica «no es la misma que hace 100 años ni la misma que hace 20 —explica el director de Comunicación de ECM—, por eso nuestra intención cada año es adaptar nuestra oferta a nuestro contexto, sin cambiar en absoluto la identidad de nuestros colegios».

En este sentido, «la originalidad de la escuela católica la tenemos muy clara: es el Evangelio», confirma Díaz, que revela que «la palabra que más se ha repetido en estos días es “esperanza”. Este es nuestro mensaje al Madrid del siglo XXI, y es la base de una oferta que es propositiva, no impositiva». Así, los 340 centros que conforman la red de Escuelas Católicas Madrid, en los que estudian 210.000 alumnos, «muestran que la sociedad en su conjunto valora mucho nuestra contribución y sigue confiando en nosotros».