Madrid recuerda al padre Maccalli, un año secuestrado en Níger
La parroquia del Espíritu Santo de Madrid se une a la cadena de oración mundial esta tarde para pedir la liberación del padre Pier Luigi Maccalli, secuestrado hace un año en Níger por yihadistas
Este martes se cumple un año desde que el misionero italiano Pier Luigi Maccalli fuera secuestrado, probablemente por yihadistas de etnia peulh, en su misión en Bamoanga en Níger, a unos 125 kilómetros de la capital Niamey. Desde entonces nada se sabe del destino de este misionero perteneciente a la Sociedad de Misiones Africanas (SMA).
Con ocasión de este aniversario se han unido en oración todas las comunidades del mundo de la Sociedad de Misiones Africanas, y también la comunidad parroquial de Madignano, la localidad italiana natal del padre Luigi, así como la diócesis italiana de Crema, que han organizado una marcha de solidaridad y oración. En Madrid, la parroquia del Espíritu Santo de Madrid (Ricardo Ortiz, 1) se une también a esta oración con la celebración a las 20:00 horas de una Misa para pedir su pronta liberación.
El pasado mes de abril, el ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso afirmó que el padre Maccalli estaba vivo y que tras pasar por su país había sido devuelto a Níger. Según su hermano, el padre Walter Maccalli, también misionero de la Sociedad de Misiones Africanas, «todas las noticias dadas no son más que suposiciones que no han encontrado ninguna confirmación, incluidas las del Gobierno burkinés».
El destino de este misionero también se encuentra dentro de las preocupaciones del Papa Francisco, quien el pasado mayo, al recibir a los participantes en la Asamblea General de la SMA, les agradecía su «celo misionero, impregnado de valor, que os lleva a salir para ofrecer a todos la vida de Jesucristo, a veces poniendo en riesgo la vuestra». Y añadía: «me gustaría unirme a vuestra oración por vuestro hermano, el padre Pierluigi Maccalli, secuestrado en Níger, y asegurar la solicitud y la atención de la Santa Sede con respecto a esta preocupante situación».
El padre Maccalli se destacó en Níger por unir la evangelización y la promoción humana, impulsando escuelas, dispensarios y capacitando a jóvenes agricultores. También organizó reuniones para abordar prácticas relacionadas con las culturas tradicionales, incluida la circuncisión y la ablación de las niñas, lo que le atrajo cierta hostilidad. Pudo ser este –según fuentes locales– uno de los motivos de su secuestro, que tuvo lugar una semana después de su regreso de un período de descanso en Italia.
OMPRESS / Fides