Mabel Lozano gana otro Goya por denunciar la explotación sexual de mujeres con discapacidad
La cinta cuenta la historia de una adolescente con discapacidad que coge el metro para ir al instituto y que es interceptada y explotada sexualmente
La cineasta Mabel Lozano ha ganado su segundo Goya con Ava, premiado como el Mejor Cortometraje Documental, en el que trata la explotación sexual de mujeres, en este caso con discapacidad. «Este Goya como siempre se lo dedico a las mujeres y a las niñas desnudas de derechos», ha declarado Lozano a este semanario tras recoger el galardón. «Todos los días somos un poco cómplices de la compra de miles de mujeres y niñas como Ava, las más vulnerables, que es a lo que llamamos la esclavitud del siglo XXI».
En sus palabras tras recoger el galardón en la gala del cine español, que tuvo lugar el pasado sábado, 10 de febrero, Lozano hizo alusión a la frase del dramaturgo francés Victor Hugo en Los miserables: «Se dice que la esclavitud ha desaparecido de la civilización europea, pero no es cierto. Todavía existe pero solo se aplica a las mujeres y se llama prostitución». Estas palabras, sostuvo la cineasta, «podrían haberse escrito esta misma mañana».
En esta cinta, cuyo rodaje llevó a cabo entre Santander y distintas localizaciones de Cantabria, Lozano cuenta la historia de una adolescente que coge el metro para ir al instituto y que es interceptada y explotada sexualmente. Le ocurre igual que a otras mujeres y menores captadas por redes sociales para ser explotadas como esclavas sexuales en clubes, pisos y calle, debido a «su doble vulnerabilidad: la de ser mujer y con una discapacidad».
«Para cuándo la legislación, para cuándo dejaremos de ser tibios de corazón y dejaremos de ponernos de perfil frente a la esclavitud de miles de mujeres y niñas», ha concluido en sus declaraciones a Alfa y Omega.
Mabel Lozano logró su primer Goya en 2021 con Biografía del cadáver de una mujer, otro cortometraje que cuenta la historia de Yamiled, cuya vida costó 10.000 euros. Dos sicarios con peluca morada y gafas de sol asesinaron a tiros a esta mujer al acudir a una supuesta cita para realizar una sesión de estética. Llegó en 2001 a España huyendo de la violencia de su pareja en Colombia. Vino con una oferta de trabajo en una fábrica de seda, pero ya en el coche que la recogió en Barajas la violaron. Y de ahí, al puticlub en el que estuvo años para saldar la deuda contraída con su explotador. Pero logró escapar del club y, gracias a su testimonio, se consiguió descubrir el entramado alrededor de un explotador de mujeres de Navarra. Fue juzgado y condenado a 18 años de prisión, y fue el autor intelectual del asesinato de Yamiled y de otras mujeres que habían declarado en su contra.