Luz verde para el proceso de acompañamiento final del Sínodo  - Alfa y Omega

Luz verde para el proceso de acompañamiento final del Sínodo 

El secretario general del Sínodo ha afirmado que se trata de «una forma de adaptar el documento final «a las culturas locales y a las necesidades de las comunidades»

Ester Medina Rodríguez
Miembros del Sínodo de los Obispos se reúnen con el Papa Francisco para una vigilia ecuménica. Foto: CNS/Lola Gómez.

Este sábado el secretario general de la Secretaría General del Sínodo, el cardenal Mario Grech, ha anunciado la celebración de una Asamblea Eclesial en el Vaticano en el año 2028 que irá precedida de un minucioso proceso de acompañamiento. Ha sido a través de una carta dirigida a todos los obispos y eparcas, así como a los patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas. En ella, se aclara que este proceso de acompañamiento corresponde a la fase de implementación del Sínodo, que concluyó en 2024 después de tres años de trabajo. 

La iniciativa fue aprobada por el Papa Francisco este martes pasado, ya que el documento final de la XVI Asamblea General señala que «forma parte del magisterio ordinario del sucesor de Pedro» y, como tal, requiere ser aceptado. El cardenal Grech ha señalado en el comunicado que este proceso implica que, tanto las Iglesias locales como las agrupaciones de Iglesias adquieran «el compromiso de poner en práctica las indicaciones del propio documento final, a través de procesos de discernimiento y decisión». 

De hecho, ha aclarado que esta fase de aplicación no es «una simple aplicación de directivas que vienen de arriba», sino una forma de adaptar el documento «a las culturas locales y a las necesidades de las comunidades, manteniendo siempre el objetivo de concretar el intercambio y el diálogo entre las Iglesias y en la Iglesia en su conjunto». Por otro lado, los instrumentos básicos de este proceso de acompañamiento serán los equipos sinodales formados por presbíteros, diáconos, consagrados y laicos, acompañados por su obispo. Según se recomienda desde la Secretaría General, estos equipos deben ser «potenciados y, si es necesario, renovados, reactivados e integrados convenientemente». 

Este camino de acompañamiento tendrá varias etapas: en marzo, el anuncio del proceso y en mayo se publicará un documento especial donde se concretará la línea de acción específica. Mientras los trabajos continuarán en las Iglesias locales y en sus agrupaciones, del 24 al 26 de octubre se convocará el Jubileo de los Equipos Sinodales y de los Órganos de Participación. «Una cita importante», según ha calificado el secretario general, que subraya «el compromiso por una Iglesia cada vez más sinodal en el horizonte de la esperanza que no defrauda». 

Así, entre el primer y el segundo semestre del año 2027 se celebrarán Asambleas de Evaluación en las diócesis, eparquías, conferencias episcopales nacionales e internacionales y otras agrupaciones de Iglesias. Al año siguiente, en el primer y segundo semestres de 2028 tendrán lugar las Asambleas Continentales de Evaluación y la publicación del Instrumentum laboris de la asamblea.