Lucía Sallé y Lucía Millet: «Todos hablan de salud mental, pero ¿sabemos qué es?»
Las ingenieras biomédicas han sido premiadas por la Fundación MásHumano por un proyecto para «democratizar el acceso a la salud mental»
Son Lucías. Dos. Sallé (izquerda) y Millet (derecha). Ambas, ingenieras biomédicas, fundaron Hera Technology, una start-up que pretende «democratizar el acceso a la salud mental» y hacer un trabajo de divulgación entre los más jóvenes para acabar con el estigma. Su trabajo ya ha conseguido numerosos premios. El último, uno de los que otorga la Fundación MásHumano a jóvenes emprendedores sociales.
¿Cómo surgió el proyecto?
Lucía Sallé (L. S.): Nos presentamos en 2019 a un hackathon [concurso para desarrollar un proyecto que resuelva un problema] organizado por la Fundación Pfizer. Había que encontrar una solución para mejorar la adherencia al tratamiento [el grado de toma de medicación] en los pacientes. Vimos que la menor tasa se daba en los que sufrían depresión y se nos ocurrió la idea de crear Hera, un sistema que permitiría un mejor tratamiento y seguimiento de estas personas. Y ganamos.
¿Qué ofrece Hera Technology?
L. S.: Tenemos dos líneas de trabajo. Una de ellas tiene que ver con la eliminación del estigma en salud mental. Lo hacemos a través de la divulgación, con píldoras en redes sociales y con el pódcast Hera Contigo, donde entrevistamos a gente que sabe más que nosotras de este tema. Somos ingenieras y sabemos de tecnología, no tenemos la legitimidad para hablar de salud. Esta tarea es muy importante para que la gente sepa que estos problemas existen.
¿Y a nivel tecnológico?
L. S.: Estamos desarrollando una plataforma que permita a los profesionales, psiquiatras y psicólogos, hacer un seguimiento personalizado de cada paciente. Estos últimos podrán ir incorporando cada día información de cómo se sienten, síntomas, emociones… Todo esto podrá ayudar al profesional a realizar un diagnóstico más preciso y ofrecer un tratamiento personalizado. Los datos tienen un gran potencial a la hora de encontrar patrones. Además, también podría ser de ayuda para que el sistema público de salud llegue a más gente en este ámbito.
¿En qué etapa se encuentra?
L. S.: Estamos haciendo entrevistas con pacientes y profesionales sobre la plataforma. Se la mostramos y ellos nos dicen qué les gusta y qué no, si usarían esta u otra función… De todas formas, ahora estamos poniendo más el esfuerzo en el objetivo de eliminar el estigma. Es muy difícil desarrollar un proyecto de salud y lanzarlo al mercado, pues está sujeto a una gran regulación. Antes de poder validar la idea tenemos que pasar por procesos muy complejos.
¿Han estado en contacto con pacientes y profesionales?
L. S.: Lo hemos tenido muy claro desde el principio. Hemos llamado a profesionales y pacientes para hablar con ellos y que nos cuenten su realidad.
¿Qué les dicen?
L. S.: Están contentos con el hecho de que se hable cada vez más de salud mental, pero les gustaría que hubiera más inversión y más recursos humanos.
Lucía Millet (L. M.): Los pacientes y los especialistas son los principales damninificados por la situación precaria de la salud mental. Es necesario innovar y mejorar las condiciones de las personas que trabajan en este campo.
La muerte de Verónica Forqué ha generado un debate en torno a la salud mental. ¿Sigue siendo tabú?
L. M.: Lo de Verónica Forqué es un claro ejemplo del trato que se da a este tema en los medios de comunicación. Todos hablan de salud mental y de ayudar a las personas, pero cuando aparece una persona con algún problema no sabemos identificarla. Tampoco sabemos cómo se manifiesta un trastorno. Hay que comunicar, concienciar y aprender.
L. S.: Se ha puesto encima de la mesa el tema, pero ¿sabemos qué es? No sabemos cómo identificar la salud mental ni cuáles son las problemáticas reales. No vale decir «cuida tu salud mental» y que luego no puedas ir al psicólogo porque no hay suficientes, o no sepas cómo hablar de ello con un amigo.
Son muchos los premios y reconocimientos que han recibido; el último, de la Fundación MásHumano. ¿Qué significa para ustedes?
L. M.: No se trata tanto del reconocimiento de nuestro trabajo, sino de la necesidad que existe de que se hable de este problema.
L. S.: En los breves discursos que hacemos en estos premios conectamos mucho con la gente. Vemos que hay empatía, aunque cuando empezábamos íbamos un poco contracorriente.