El Spiderman que visita hospitales: «Los superhéroes son los niños»
Tiene 28 años y pasó largas jornadas en el hospital de pequeño. Por eso este italiano, Mattia Villardita, sabe cómo tratar el sufrimiento de los niños enfermos. Hace unos días, fue a ver al Papa
Cantar a pleno pulmón; reír a carcajadas; saltar hasta que las rodillas duelan; pelearse con las almohadas; correr sin ton ni son, chillar como lo hacen los dinosaurios. Jugar. Son las actividades que definen a los niños. A todos, también a los que están enfermos y no tienen ganas de nada. Hay días en los que para ellos y sus familias solo transcurren las horas en un frío hospital. Mattia Villardita se ha propuesto una misión: hacérselo más ameno.
Este joven italiano de 28 años es especial. Cada vez que tiene un poco de tiempo libre se enfunda el disfraz de Spiderman y se pasea por las salas pediátricas arrancando sonrisas en medio del sufrimiento. «Sé cómo tratarlos», asegura tras detallar que él mismo sufrió una enfermedad. Cuando era niño le diagnosticaron una malformación congénita y estuvo muchos meses ingresado en el Hospital de Génova (en el norte de Italia). Solo en la pierna derecha tuvieron que operarlo siete veces. «Pasé muchas veces por el quirófano. Y cada vez eran, como mínimo, 35 días en el hospital. Sé muy bien lo que se siente cuando estás ingresado», señala. A pesar de todo, dice que es una persona «muy afortunada». «Tengo una familia de diez y mis amigos nunca me han dado la espalda». Aunque no esconde que la enfermedad ha traído a su vida «momentos muy negativos». «No te voy a negar que se sufre mucho. A veces no solo por ti, sino porque ves la muerte de personas cercanas. Pero lo que intento cada día es transformar mi dolor en algo que pueda ayudar a los demás», señala. «En cierto sentido, el dolor me ha impulsado a ser mejor persona», argumenta.
Fueron precisamente las largas jornadas de convalecencia en el hospital las que le impulsaron a hacerse voluntario. Durante la Navidad de 2017 preguntó a uno de los pediatras «que ahora es el jefe del departamento, si podía entregar a un niño un ordenador, que le había comprado su familia, disfrazado de Spiderman». «Rápidamente nos dimos cuenta de que el verdadero regalo no era el ordenador, sino la visita del superhéroe de Marvel», asegura. Entonces fundó junto a otros amigos la asociación Supereroincorsia (Superhéroes en la sala) que también cuenta con un Ironman, una Wonder Woman o un Batman, que es su propio hermano. Todos ellos se enmascaran desinteresadamente para acudir a los hospitales. «Siento una alegría inmensa cuando veo que los ojos de esos niños y sus familias se iluminan. Me llena de orgullo poder sacarles un poco de felicidad», resalta. Y a continuación subraya que los «verdaderos superhéroes son ellos y sus familias». «Son quienes de verdad combaten contra el mal a diario», resume.
Y Matteo visitó Disneyland
La labor de este Spiderman versión italiana no se limita únicamente a hacer un par de visitas a los hospitales al mes. Mattia es un joven con muchas ideas, capaz de organizar un evento en poco tiempo y casi sin recursos para sacar dinero y dedicarlo a la mejor causa que tenga entre manos. Como ocurrió con la recaudación de fondos para llevar a la familia de Matteo, un niño de 6 años, a Disneyland París. «Matteo nació con una parálisis cerebral y vive en un estado semivegetativo. No se comunica mucho con el exterior. Solo a través del tacto y el oído, porque no habla y no ve», describe. La madre de este niño se inventó una especie de Disneyterapia. «Se dio cuenta de que escuchando los dibujos, el pequeño sonreía. Estimulaban su felicidad. Después de esto me contactó a través de las redes sociales y ahora se han convertido en mi segunda familia», señala. El viaje será algo complicado porque Matteo no puede subirse a un avión, «pero serán las 20 horas en autobús mejor invertidas de mi vida», asegura.
¿Por qué Spiderman?
La elección del superhéroe Spiderman le viene del fútbol. «Juego como portero y es un poco el personaje que más se asemeja a mi papel, que también implica saltar de una parte a otra», explica Mattia Villardita. Además, considera que, de alguna manera, él mismo se siente conectado con el personaje de Peter Parker. «Para él, como para mí, la familia y los amigos son lo primero». Parker «es un personaje que, después de tener los superpoderes de la araña, no se le suben a la cabeza ni se siente poderoso, sino que los usa especialmente para ayudar a los demás».
A su juicio, Spiderman tiene un poder «sanador del sufrimiento». Por eso, asegura que los niños que están alegres puede encarar mejor todo el proceso de curación de la enfermedad y también «ayuda a los padres a sobrellevar mejor» la dureza de la situación de acompañar a sus hijos enfermos.
El 23 de junio Mattia participó en la audiencia general de Francisco. Hubiera sido un peregrino más, pero no pudo pasar desapercibido a las cámaras, ya que llevaba puesto el disfraz de Spiderman con el que suele visitar a niños enfermos en los hospitales. Al final de la catequesis, el Papa se acercó para saludarle. «Hola, Spiderman», le dijo al estrecharle la mano. Mattia quiso obsequiarle con una de las máscaras del superhéroe que tantas veces ha usado. «Le dije que a través de sus ojos veo mucho sufrimiento. Y le pedí que rezara por los niños y sus familias. Él me agradeció mucho lo que hacía y me regaló un rosario».