Los talibanes prohíben el sonido de la voz de las mujeres

Por si no fuera suficiente el desprecio hacia las mujeres del que hace gala el régimen talibán en Afganistán, ahora el gobierno extremista ha dado un paso más que roza lo inverosímil. El gobierno ha ratificado una ley que prohíbe y condena el sonido de la voz de la mujer en público. La ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio también les obliga al uso del burka para cubrir su rostro.

Como informa Associated Press, la norma, de 114 páginas y 35 artículos, regula distintos ámbitos de la vida cotidiana, desde la vestimenta, al uso del transporte público pasando por las celebraciones. Por ejemplo, se prohíbe a las mujeres adultas ir en transporte público sin un tutor masculino legal.

El artículo 13, que se refiere a las mujeres, es uno de los más largos del documento. Establece la obligatoriedad para las mujeres afganas de que cubran su cuerpo en cualquier ocasión pública porque «cubrirse es esencial para que los hombres puedan evitar la tentación». Además, especifica que la ropa no tiene que ser ajustada o corta y que, bajo ningún concepto, las mujeres deben descubrirse ante hombres que no sean de fe musulmana para así «no corromperse».

Los más desconcertante son las restricciones al sonido de la voz de las mujeres, jóvenes y niñas. No deben ser audibles en lugares públicos. Por tanto, se prohíbe a las mujeres hablar en voz alta, leer, recitar y, por supuesto, cantar en público. Eso no es todo, tampoco podrán siquiera mirar a hombres con los que no estén emparentadas por sangre o matrimonio.

En el artículo 22, también regula algunos aspectos de la vestimenta masculina. Los hombres no podrán usar corbata, llevar pantalones por encima de la rodilla y deberán cuidar siempre su barba.

Con esta nueva ley, el Ministerio para la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio está facultado para verificar la conducta personal de cada ciudadano, imponiendo castigos como advertencias o arrestos en caso de violaciones de las normas. En junio, un informe de la ONU advertía de que este ministerio está propiciando un clima de terror e intimidación a través de sus medidas. Aseguraba que los castigos asociados al incumplimiento de las instrucciones y decretos «suelen ser arbitrarios, severos y desproporcionados» y constituyen una clara violación de los derechos humanos. Con esta nueva ley se sigue consumando la eliminación de las mujeres afganas de la vida pública.