Los siete tips de la diócesis de Madrid para vivir la Cuaresma - Alfa y Omega

Los siete tips de la diócesis de Madrid para vivir la Cuaresma

«Estamos llamados a ser conscientes de nuestro bautismo y a acrecentar nuestro espíritu de conversión», afirma el delegado de Liturgia

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Fieles tras la imposición de la Ceniza
Fieles tras la imposición de la Ceniza. Foto: CNS.

El delegado episcopal de Liturgia de la archidiócesis de Madrid, Daniel Escobar, ha hecho públicas este martes varias recomendaciones para iniciar las prácticas cuaresmales de preparación a la Pascua.

«La liturgia de este tiempo nos prepara y encamina mediante dos dimensiones principales: la penitencial y la bautismal», señala en el texto difundido por Archimadrid.es. El máximo exponente de la primera es la imposición de la ceniza, mientras que la faceta catecumenal o bautismal «nos llama tanto a ser conscientes de las implicaciones de nuestro bautismo, como a acrecentar nuestro espíritu de conversión».

Junto a ello, además de recordar los tres medios evangélicos de la oración, el ayuno y la limosna, y de proponer una mayor escucha de la Palabra de Dios, Escobar lanza siete claves que ayudan a «una mayor vivencia» de este período cuaresmal:

  • Vivir con mayor profundidad la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Penitencia, en línea con el Jubileo que toda la Iglesia celebra este año.
  • Acercarse en este tiempo al sacramento de la Penitencia para poder participar con el alma purificada en la Semana Santa.
  • Organizar celebraciones penitenciales con confesión y absolución individual o celebraciones penitenciales comunitarias no sacramentales.
  • Escuchar con mayor atención la Palabra de Dios que se nos propone para este tiempo.
  • Aunque este año corresponden las lecturas asociadas al ciclo C, se pueden leer los evangelios del ciclo A los domingos tercero, cuarto y quinto, especialmente en las comunidades donde haya catecúmenos, para subrayar el carácter bautismal de este tiempo.
  • Realizar ejercicios piadosos que respondan al carácter del tiempo de Cuaresma, como es el vía crucis.
  • Compartir los bienes con los más necesitados mediante la limosna como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo.