Los principales líderes religiosos británicos apelan a la calma - Alfa y Omega

Los principales líderes religiosos británicos apelan a la calma

En una carta, que también suscribe el cardenal Vincent Nichols, aseguran que los disturbios de los últimos días son «una mancha en nuestra conciencia moral nacional»

Ángeles Conde Mir

Máxima alerta en Reino Unido por los disturbios que, desde hace una semana, incendian el país. La semana pasada estallaron las protestas en distintas ciudades tras el apuñalamiento mortal de tres niñas en la localidad de Southport. El asesino es un británico de padres ruandeses no musulmanes. Sin embargo, las redes sociales difundieron que el agresor había sido un solicitante de asilo musulmán y eso provocó que los ánimos se encendieran de la peor manera, alentados por agitadores anti inmigración.

Desde entonces se han sucedido las protestas con unos 400 detenidos, 100 de ellos hace tan solo unas horas en violentas protestas frente a Downing Street, en las proximidades del domicilio del recién estrenado primer ministro británico, Keir Starmer.

La policía ha movilizado a más de 6000 agentes ante la ola de protestas planeadas en localidades de todo Reino Unido. Podrían ser decenas en las próximas horas. Las mezquitas y comunidades musulmanas también han reforzado sus medidas de seguridad.

De la misma manera que decenas de exaltados se han infiltrado en las protestas tornándolas en disturbios, muchos otros ciudadanos han colaborado en reparar el mobiliario urbano destrozado o limpiar las calles.

Los líderes religiosos del país dan las gracias a todos esos británicos que, voluntariamente, «repararon los daños causados ​​por los alborotadores y condenaron la violencia».

Justin Welby, arzobispo de Canterbury; el rabino jefe Ephraim Mirvis; el arzobispo católico de Westminster, el cardenal Vincent Nichols; el imán Sayed Razawi, director general de la Sociedad Ahlul Bayt escocesa; y el imán Qari Asim, presidente del Consejo Asesor Nacional de Mezquitas e Imanes; han unido su voz en una carta en la que expresan «con horror cómo una pequeña minoría ha llevado el odio, la violencia y el vandalismo a pueblos y ciudades de todo el país».

«Hemos visto el odio anti musulmán y el ataque a mezquitas, solicitantes de asilo y refugiados, violencia dirigida contra la policía y la propiedad privada, lo cual es una mancha en nuestra conciencia moral nacional», escriben con contundencia.

Al mismo tiempo, subrayan que cualquier ciudadano británico «tiene derecho a ser respetado y la responsabilidad de respetar a los demás».

Por último, los líderes religiosos ofrecen su disponibilidad para trabajar con el gobierno y sociedad civil para alentar «un diálogo constructivo y compasivo sobre la inmigración y la cohesión social».