Esther Luque: «Los periodistas podemos hacer mucho bien o mucho mal»
Se le ha concedido el premio Cardenal Herrera de periodismo «por su calidad humana y profesional y su capacidad de superación». El fallo también reconoce «su mirada a la realidad de Málaga desde una profunda sensibilidad periodística, guiada por la defensa de los valores humanos». ¿Cómo lo ha recibido?
Muy honrada y muy agradecida a la diócesis. He entendido este premio como un reconocimiento al trabajo, no solo mío, sino de todo el equipo. Sin mis compañeros no soy nada y no sé nada. Por tanto, yo creo que esto es un reconocimiento al espíritu social que intentamos –e intento– dar a nuestro programa. Lo importante son las personas, sus historias, vengan de donde vengan, y, por encima de todo ello, los valores humanos, que es también lo que se ha premiado. Ellos son nuestras referencias a la hora de hacer periodismo. De alguna manera, este premio es un reconocimiento a todos los periodistas que contamos todos los días las noticias en Málaga.
¿Le llena su trabajo?
El periodismo es un trabajo precioso. A mí me llena mucho, me permite conocer todos los días a mucha gente de todo tipo de creencias, ideologías y pensamientos. Esto te enriquece mucho como persona y te abre la mente. Me encanta hablar con la gente, tratarla, escuchar lo que piensan y conocer el porqué lo piensan… Pero no todo es un camino de rosas. Trabajar como periodista, y en un programa diario en directo, demanda mucha presión.
Este premio valora también su capacidad de superación. Ha vivido usted unos años muy duros.
Cierto. No todo el mundo lo sabe, pero si lo cuento es porque quizá a alguien le puede ayudar. Va a hacer cinco años desde que me diagnosticaron un melanoma, un cáncer de piel, y lo he pasado realmente mal. Me retiré prácticamente durante un año y medio, dedicada a los hospitales y a un tratamiento muy duro. Pero todo se supera. Todo llega y todo pasa. Me agarré a la fe, a mi familia y a mis amigos, a esos tres pilares que todo ser humano debería tener en la vida. Y tiré hacia adelante.
¿Qué entrevista le gustaría hacer que no haya hecho todavía?
¡Imagínate si pudiera ir a Roma y hacerle una entrevista al Papa! O mejor, ¡que el Papa viniera a Málaga!
No es el primer premio que ha recibido en los últimos meses. La Junta le ha concedido el Premio Periodismo Luis Portero por la difusión de los trasplantes y las donaciones en su programa. ¿Feliz por el reconocimiento?
Muy contenta. Hace unos días me decía una compañera que ya tengo 40 años y estoy recogiendo los frutos, pero yo le respondí que todavía soy joven (se ríe) y que me quedan muchas cosas que hacer. Ser periodista es una tarea muy difícil, es como colocar un radar en lo alto de la montaña y estar sacudido por los vientos todo el tiempo. Yo fui consciente de lo que suponía ser periodista cuando me encargaron hacer, precisamente, el magacín de la Cadena SER. Ahí entendí que esto es un servicio público, con el que podías hacer mucho bien o mucho mal, según como plantearas tu trabajo. Los cristianos no podemos olvidar que, a través de nuestros reportajes, entrevistas y programas podemos ayudar a mucha gente y empujar a las personas a ser mejores personas. Juan Pablo II nos decía a los periodistas que estamos llamados a conjugar la libertad de información, el respeto a las personas y un sentido profundo de humanidad.
¿Cómo llevan sus hijos que mamá salga en la radio?
Tengo dos hijos. Andrés acaba de cumplir 13 años y Juan tiene 10. Desde pequeños se han criado entre grabadoras y periódicos y lo ven como algo natural, no lo ven nada extraordinario, de hecho no presumen de mí, lo que me da un poquillo de rabia (se ríe).
¿Se siente en territorio hostil en su trabajo?
Para nada, en absoluto. Como en la mayoría de los trabajos hay compañeros con distintas sensibilidades y creencias, todos me aportan aspectos positivos y de todos aprendo. En ningún momento de mi carrera profesional he visto coartada mi libertad de expresión y mi manera de enfocar los temas. En la Cadena SER he aprendido a hacer periodismo humano. Yo no estoy en territorio hostil, los que sí lo están son los periodistas cristianos que trabajan en Irak o en Siria.
La periodista Esther Luque, directora del magacín Hoy por Hoy Málaga de la cadena SER recibe el Premio Cardenal Herrera, concedido por la Delegación de Medios de Comunicación de la diócesis de Málaga, con motivo de la fiesta del patrón de los periodistas, san Francisco de Sales. Licenciada en Periodismo y Publicidad por la UMA, Esther Luque Doblas es una malagueña de 40 años, casada y con dos hijos. Comenzó su andadura en los medios de comunicación del pueblo donde nació, Radio Pizarra y Guadalhorce Televisión. En 1995 la fichó el Grupo Prisa y en 2000 dio el salto a la dirección del programa Hoy por Hoy Málaga.