Los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén: «Nos encontramos al borde de una guerra regional»
Urgen a que, por encima de cualquier cálculo político, en las negociaciones se busque detener «la muerte y la destrucción»
Las recientes negociaciones en El Cairo entre los mediadores de Estados Unidos, Qatar y Egipto no han producido los frutos esperados. La guerra continúa dada la negativa de Hamás y de Israel para llegar a un compromiso y ceder en ciertas posiciones que hubieran facilitado un alto el fuego en Gaza y la liberación de un grupo de rehenes israelíes.
A tenor de los acontecimientos, los patriarcas y jefes de las Iglesias en Jerusalén han emitido un nuevo comunicado en el que vuelven a expresar su preocupación por cómo se están desarrollando los acontecimientos en Tierra Santa, donde la situación «no ha hecho más que deteriorarse».
Por ello, afirman que las continuas negociaciones fallidas «solo han servido para aumentar las tensiones hasta el punto de que nos encontramos al borde de una guerra regional en toda regla». Critican además que en los diálogos parece que las partes estén más preocupadas por cuestiones políticas que «por poner fin a la muerte y la destrucción».
Los líderes religiosos de Tierra Santa recuerdan que hay miles de desplazados internos por el incesante intercambio de violencia, que muchas otras personas padecen hambre, sed y enfermedades y que hay «rehenes que languidecen en cautiverio en todos los bandos, que además corren el riesgo de sufrir malos tratos por parte de sus captores». No se olvidan tampoco de los que han sufrido la violencia en sus pueblos, quizá refiriéndose a los ataques de colonos israelíes en Cisjordania.
«Nosotros, los patriarcas y jefes de las Iglesias en Jerusalén, imploramos una vez más a los dirigentes de las partes en conflicto que escuchen nuestros llamamientos y los de la comunidad internacional», escriben en esta nota. Invocan la resolución 2735 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobada en junio de este año y por la que se pide, entre otras cosas, un alto el fuego en Gaza, así como la liberación inmediata de los rehenes. También reitera la solución de los dos Estados y «la importancia de unificar la Franja de Gaza con la Ribera Occidental bajo la Autoridad Palestina».
Precisamente sobre esta cuestión, los patriarcas y jefes de las Iglesias hacen un llamamiento a los dirigentes israelíes y palestinos para que implementen medidas concretas «que promuevan una paz justa y duradera en nuestra región mediante la adopción de una solución de dos Estados internacionalmente legítima».
Por último, su comunicado se centra en las comunidades cristianas en Gaza: La iglesia ortodoxa de San Porfirio, la iglesia católica de la Sagrada Familia y el Hospital Anglicano Al-Ahli. Los responsables religiosos cristianos en Tierra Santa aseguran que, cuando termine la guerra, «trabajarán para reconstruir y fortalecer la presencia cristiana en Gaza, así como en toda la Tierra Santa».