Los obispos proponen una jornada por los afectados por la pandemia

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal ha propuesto a todas las diócesis la celebración de una jornada por los afectados por la pandemia del COVID-19, que podría celebrarse bien el 25 de julio, solemnidad de Santiago Apóstol, o el 26, fiesta de san Joaquín y santa Ana, patronos de los ancianos, el grupo social más golpeado en esta crisis.

La jornada incluirá una Eucaristía, que se ofrecerá «por el eterno descanso de todos los difuntos y el consuelo y esperanza de sus familiares» y en la que se dará gracias por «todo el trabajo y sacrificio realizado por tantas personas» y se rezará de manera especial por los mayores y las residencias de ancianos. «Esta celebración desea, además, pedir la luz, comunión y entrega fraterna ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento», explica la CEE en una nota.

Del mismo modo, anuncia que los miembros de la Comisión Permanente, que tienen una reunión prevista para el 6 y 7 de julio en Madrid, participarán esos días en una Eucaristía por los difuntos de la pandemia en la catedral de La Almudena, siempre que las circunstancias sanitarias lo permitan.

En cualquier caso, añade que cada obispo diocesano «verá la conveniencia de celebrar la Eucaristía por los difuntos de la pandemia en sus diócesis en la fecha que se considera oportuna» e informa de que algunas ya han programado exequias por los sacerdotes fallecidos.