Los obispos piden a las monjas de Belorado «un diálogo para evitar posturas extremas»
La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada sugiere «que no todas las hermanas» suscriben la declaración de ruptura con la Iglesia, pues una ha abandonado el convento y a otra le ha dado un infarto
«Lamentamos profundamente la declaración de ruptura de la comunión con la Iglesia católica por parte de las clarisas de Belorado y Orduña». Así comienza la nota que la Comisión episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho pública este jueves con motivo de la controversia en torno a esta comunidad monástica.
En el comunicado, el organismo episcopal equipara las declaraciones de las monjas «con lo que propugnan aquellos que niegan la validez del Concilio Vaticano II y son denominados sedevacantistas», algo que «varios expertos» consideran como «secta». También denuncia «el tono ofensivo y recriminatorio» de las religiosas, impropio «del modo habitual de comunicarse de estas hermanas», y considera que los motivos de su descontento «tienen vías de solución distintas» a las tomadas por las hermanas.
Por todo ello, solicita a la comunidad «que cada hermana del monasterio de Belorado y Orduña pueda expresar su postura ante la decisión que comunica la abadesa». Sugiere «que no todas las hermanas suscriben la carta» de la superiora que afirma su separación de la Iglesia.
De hecho, el martes mismo hubo una monja que abandonó el monasterio porque no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando. En este sentido, el obispo de la diócesis castellanoleonesa, Mario Iceta, ha declarado a Onda Cero que espera hablar con ellas este mismo jueves. Ha reconocido que «al principio pensé que se trataba de una noticia fake».
El organismo de la CEE demanda a todas las hermanas de la comunidad que inicien un diálogo «con obispos, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia católica que, fieles a la verdad y en comunión con el Papa Francisco, buscan el bien para este monasterio y para cada hermana clarisa». Finalmente, la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada recuerda «nuestra misión de velar por y acompañar a la vida consagrada en España», y en este sentido se compromete a trabajar «por la comunión fraterna en la Iglesia» para evitar «posturas extremas y polarizaciones».
«Han inventado una nueva Iglesia después de 40 años para llegar a donde estamos llegando», dijeron el pasado miércoles las monjas de Belorado en declaraciones al programa de televisión Tarde AR, de Ana Rosa Quintana, en Telecinco. «Desde el Vaticano llega una línea diferente con la que no podemos comulgar en conciencia», añadieron, para después revelar «que no reconocíamos a nuestra Iglesia conciliar como nuestra Iglesia católica, y llevábamos cuatro años meditando esto». En este sentido, confesaron que «ahora parece que Jesucristo y Mahoma son a pachas un rayo de la misma luz», y que «desde la autoridad, desde la jerarquía, lo que viene es confusión, creando una disyuntiva entre lo que profesamos en Cristo a lo que llega del Vaticano».
Poco antes, en un vídeo difundido por redes sociales, declaraban que «no estamos secuestradas lejos de nuestras familias. Iremos compartiendo poco a poco nuestra experiencia y nuestro deseo de ser fieles a la verdad de Cristo que hemos recibido, a la fidelidad a la fe, a la doctrina de la Iglesia católica. No nos vamos de la Iglesia».