Los obispos llaman a los jóvenes a involucrarse contra la trata de personas
«Estamos llamados a acompañar procesos de recuperación y sanación de quienes son víctimas de esta flagrante forma de explotación», dice la directora del Departamento de Trata de Personas de la CEE
El presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana, Juan Carlos Elizalde, ha dedicado a los migrantes su mensaje para la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, que se celebrará el 8 de febrero. Se ha centrado en ellos ante «el abuso, la explotación y la trata de personas» a la que se ven sometidos quienes se ven obligados a emprender ese viaje para «escapar de la violencia o la pobreza».
El también obispo de Vitoria ha denunciado, además, a las mafias que se enriquecen a su costa. Este tipo de acciones no pueden ser consideradas más que como «un delito trasnacional que pone en peligro la vida y la seguridad» de miles de personas.
Ante esta realidad, Elizalde ha instado a los jóvenes a comprometerse contra esta lacra y a «escuchar, soñar y actuar» frente a ella, como se indica en el lema de la Jornada. «Todos estamos llamados a apoyar este compromiso en favor de la dignidad humana», ha añadido. Precisamente, esta iniciativa eclesial tiene como objetivo visibilizar la realidad de la trata, concienciar de la gravedad de este problema, reflexionar sobre las causas y ofrecer respuestas concretas que contribuyan a su desaparición.
En esta línea, la directora del Departamento de Trata de Personas de la CEE, María Francisca Sánchez, subraya que, «como Iglesia, estamos llamados a acompañar procesos de recuperación y sanación de quienes son víctimas de esta flagrante forma de explotación». Con este objetivo en el horizonte, «hemos de ir bien pertrechados» en dirección hacia una «escucha abierta y atenta», que nos permita soñar en «nuevas metas» y «acciones creativas» y, así, no permanecer «indiferentes ante la injusticia y el dolor».