Los obispos indios apoyan las protestas por la brutal violación de una médico
Moumita Debnath fue violada y asesinada cuando descansaba en una sala tras su turno de 20 horas en un hospital de Calcuta
Los obispos indios se han adherido a las protestas que han recorrido el país tras la brutal violación y asesinato de Moumita Debnath. La joven médico, que realizaba sus prácticas en el hospital universitario RG Kar Medical College and Hospital de Calcuta, fue atacada mientras descansaba en una sala tras haber trabajado durante 20 horas.
La agresión, cometida por varios perpetradores, fue salvaje. Moumita fue hallada sin vida con múltiples fracturas, ensangrentada y con cristales clavados en varias partes de su cuerpo. La joven estuvo varias horas desaparecida hasta que se encontró su cadáver. Desde el hospital universitario comunicaron a los padres que Moumita se había suicidado. Sin embargo, el padre, al comprobar las condiciones del cuerpo de su hija, se dirigió a la policía para presentar la oportuna denuncia. La familia de la doctora ha rechazado la indemnización ofrecida por el gobierno indio y ha criticado duramente a la dirección del centro médico por no garantizar la seguridad de sus trabajadores.
El caso ha conmocionado a todo el país y desatado una ola de manifestaciones sobre la seguridad de las mujeres y los médicos. Incluso ha habido una huelga nacional de servicios de salud apoyada por la organización médica más grande de la India y también por los obispos.
En una nota firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal India, Andrew Thazhath, el arzobispo asegura que «este crimen horrible es un atentado contra la dignidad de todas las mujeres». Exige justicia rápida y un castigo acorde para los responsables.
«El gobierno debe tomar medidas inmediatas y efectivas para garantizar la seguridad de las mujeres en sus lugares de trabajo, especialmente, en las instituciones destinadas a curar y cuidar de otros», prosigue el comunicado.
Los obispos indios también expresan sus condolencias a la familia de la joven doctora. «Nos solidarizamos plenamente con la profesión médica, con los doctores y personal de enfermería que sirven a la sociedad con dedicación y compromiso», indican.
Las protestas han llegado hasta el primer ministro, Narendra Modi. El mandatario ha declarado que «un comportamiento así de contra las mujeres debe ser castigado severa y rápidamente».
La policía ha arrestado a un sospechoso que trabajaba en el mismo centro médico. Habría confesado el crimen. Según la policía de Calcuta, confesó el crimen.
Las leyes indias sobre la violencia contra las mujeres se endurecieron hace 12 años después de la violación en grupo de Jyoti Singh. La joven, que trabajaba en un hospital en Nueva Delhi, fue agredida sexualmente en un autobús por los pasajeros y el propio conductor. Las protestas posteriores a su muerte motivaron una modificación de la legislación.
En 2022, el último año del que hay datos disponibles, la policía registró 31.516 denuncias de violación en la India, un aumento del 20 por ciento con respecto a 2021, según la Oficina Nacional de Registros Criminales.