Los patinetes, dentro del mensaje de la CEE para la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico - Alfa y Omega

Los patinetes, dentro del mensaje de la CEE para la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico

«Cada vez son más los que se desplazan en ellos», dicen desde la CEE en su mensaje, que invita a «ponerse en las manos de Dios» cuando se inicia un viaje. Esto «no es magia ni superstición, sino confianza plena en el Padre bueno»

José Calderero de Aldecoa
Un conductor de patinete
Un conductor de patinete. Foto: Raúl Doblado.

Los obispos de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española han publicado su mensaje para la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, que se celebra el 6 de julio. Es el domingo más cercano a la fiesta de san Cristóbal, patrono de los conductores y transportistas, que tiene lugar el 10 de julio.

La jornada, además, coincide con el periodo estival, cuando se dan «desplazamientos masivos con motivo de las vacaciones de verano», apuntan los prelados. De esta forma, animan «a todos los conductores y transportistas a ponerse con plena confianza en las manos de Dios, Padre bueno, providente y compasivo, que desea lo mejor para sus hijos y les imparte su copiosa bendición».

Pero «ponerse en las manos de Dios» cuando se inicia un viaje «no es magia ni superstición», se lee en el mensaje. Más bien es «confianza plena en Dios, Padre providente, que desea iluminar la mente y el camino de sus hijos» para que «puedan conducir con prudencia y en las debidas condiciones».

Esta esperanza de «que todo irá bien» también se sostiene con el hecho de que los conductores pongan «todo el empeño en que así sea». Porque «no se puede dejar nada al azar y menos cuando están en juego vidas humanas, comenzando por la del mismo conductor», expresan los obispos, en cuyo mensaje citan incluyen a los usuarios de patinetes. «Cada vez son más los que se desplazan en ellos».

Paciencia y dinero

En su mensaje, la CEE llama a cultivar la virtud de la paciencia, pues «querer ganar tiempo al tiempo saltándose las normas de tráfico, y corriendo más de los permitido, es meterse por un callejón sin salida del cual no saldré ileso», aseguran.

Además, «no es buena cosa conducir un vehículo ofuscado por las tribulaciones y problemas, pues seguramente nos van a distraer y apartar de la atención debida a la carretera». En este sentido, «los miles de accidentes que anualmente se producen en España, muchos de ellos con muertos, son suficiente motivo para que se circule con la máxima prudencia y respeto, más allá de las posibles multas».

De hecho, con dinero se puede pagar una multa elevada, pero hay muchísimas cosas para las que el dinero no sirve. Por ejemplo, en el caso de que por una imprudencia, o mal uso del vehículo, «he atropellado y matado a alguna personas». En este caso, «la pesada carga de arrastrar de por vida un peso así, no hay dinero que pueda pagarla».

«Paciencia, templanza y prudencia son virtudes vitales»

«Se trata de una jornada significativa, con la que queremos invitar a la reflexión y subrayar el valor de la responsabilidad en la conducción», explica Bienvenido Nieto, director del Secretariado de la Pastoral del Tráfico de Madrid. «Una llamada que va más allá del cumplimiento de la normativa civil, y que debe traducirse en un verdadero testimonio de amor al prójimo». Porque a veces olvidamos quién es nuestro prójimo: «Es esa persona que camina o circula junto a nosotros. En cada trayecto, también estamos llamados a cuidarla».

Asimismo, Bienvenido Nieto subraya que en la conducción debemos ejercitar la paciencia y la templanza, virtudes clave para una convivencia segura en la carretera. Pero destaca especialmente la prudencia, «una virtud esencial que, en la carretera, se vuelve vital para salvar vidas, ese don tan precioso que Dios nos ha regalado». En este sentido, recuerda que en la Pastoral de la Carretera se venera a la Virgen de la Prudencia, «que nos protege cada día en nuestros trayectos».