Los obispos franceses lamentan las burlas al cristianismo en la inauguración de los Juegos Olímpicos - Alfa y Omega

Los obispos franceses lamentan las burlas al cristianismo en la inauguración de los Juegos Olímpicos

En un comunicado aseguran que han recibido la solidaridad de otras confesiones. Recuerdan que «la fiesta olímpica se extiende mucho más allá del sesgo ideológico de algunos artistas»

Ángeles Conde Mir
La Torre Eiffel durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos. Foto: OSV News photo/Ludovic Marin, pool vía Reuters

Sobre las once de la noche de este viernes quedaron inaugurados los Juegos Olímpicos de París de 2024 tras una larga ceremonia que duró unas cuatro horas en las que hubo luces y también sombras. Algunas escenas del recorrido por la historia de Francia, que quiso recoger el espectáculo, resultaron ser una burla a los sentimientos religiosos cristianos.

En concreto, en un momento de la ceremonia de inauguración, hubo una actuación en la que varios drag queens parecieron recrear la Última cena de Leonardo da Vinci. La comparación no pasó desapercibida, ni para televidentes ni para internautas, que expresaron en redes sociales su malestar por una escena que poco o nada tiene que ver con el olimpismo.

Imagen de la polémica junto al fresco de Leonardo da Vinci

La Iglesia francesa también se ha hecho eco de esta desafortunada alusión artística a través de una nota en la que expresa su rechazo hacia estas «escenas de burla y mofa del cristianismo», señalan en su comunicado.

«Esta mañana pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que se han sentido heridos por el exceso y la provocación de ciertas escenas. Deseamos que comprendan que la fiesta olímpica se extiende mucho más allá del sesgo ideológico de algunos artistas», escriben los obispos.

Aseguran que la Iglesia francesa ha recibido ya la solidaridad de otras confesiones religiosas presentes en el país a causa de estas burlas y recuerdan que el olimpismo es un movimiento «al servicio de la unidad y de la fraternidad humana».

«Creemos que los valores y los principios expresados y difundidos por el deporte y el olimpismo contribuyen a esta necesidad de unidad y de fraternidad, de la que el mundo necesita tanto, en el respeto de las convicciones de todos, en torno al deporte que nos une para promover la paz en las naciones y en los corazones», destacan.