Los obispos ecuatorianos condenan el asesinato del candidato Fernando Villavicencio
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso ha declarado el Estado de emergencia nacional por 60 días
El candidato independiente a la presidencia de Ecuador acababa de acudir a un acto de campaña en el colegio Anderson de Quito. De camino a su vehículo, escoltado por varios agentes, comenzó la ráfaga de disparos. Está todo registrado en un vídeo. Como consecuencia del ataque, Fernando Villavicencio ha fallecido y nueve personas han resultado heridas, entre ellas, dos policías. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, atribuye el atentado al crimen organizado y ha decretado el Estado de emergencia en todo el país por 60 días.
Fernando Villavicencio, de 59 años, era periodista de profesión. Ocupaba un escaño en la Asamblea Legislativa por el partido Alianza Honestidad hasta el pasado mayo, cuando decidió postularse como candidato presidencial independiente para las elecciones anticipadas previstas para el próximo 20 de agosto.
Había recibido amenazas
Estaba ganado apoyos y los últimos sondeos lo colocaban en segundo lugar en las preferencias de los ciudadanos. Su campaña giraba en gran parte en torno a la crisis de seguridad que padece Ecuador, con los índices de muertes violentas más altos de su historia, y en la lucha contra la corrupción. Aseguraba en una entrevista a EFE que su objetivo era «enfrentar y derrotar a las mafias que han copado el Estado y tienen de rodillas a la sociedad». Pocos días antes del atentado que ha acabado con su vida, Villavicencio había denunciado amenazas de parte de Los Choneros, un grupo ecuatoriano vinculado al cártel mexicano de Sinaloa. «Dijeron que me iban a quebrar, pero no les tengo miedo», explicaba.
«Los obispos de la Iglesia Católica, ante el violento asesinato del candidato a la Presidencia de la República, Lcdo. Fernando Villavicencio, manifestamos nuestra profunda solidaridad con su familia, como también condenamos toda forma de violencia desatada en los diferentes niveles de la sociedad». Así comienza el comunicado de los obispos ecuatorianos ante el atentado que ha costado la vida al político. Asimismo, los prelados aseguran su apoyo a «las iniciativas por recuperar la seguridad social en nuestra querida Patria, a la vez que ratificamos nuestro firme compromiso de orar y trabajar por la paz basada en la libertad, en la justicia y la verdad».