Los obispos defienden «un espacio para los valores y las creencias» en el sistema educativo
Han propuesto al Gobierno que la Religión entre dentro de este ámbito, cuyos contenidos –comunes a todos los alumnos– podrán ser impartidos en diferentes modalidades, entre ellas la católica
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado públicamente este viernes su propuesta para integrar la asignatura de Religión en un ámbito de valores morales y creencias comunes a todos los alumnos pero impartida desde las distintas identidades, entre ellas la católica.
Según ha explicado el presidente de la Comisión de Educación y Cultura de la CEE y obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, la propuesta parte de la base de que en el ámbito educativo tiene que haber «un espacio específico para el estudio de la dimensión personal, que afecta la comprensión de los valores, de la moralidad, de las creencias… al desarrollo de la persona como tal». No tenerla integrada «sería un grave error». Precisamente, es en ese espacio donde se integraría la actual asignatura de Religión que es, además, la propuesta que han adelantado al Gobierno, tal y como adelantó Alfa y Omega hace dos semanas.
Aunque ha reconocido que la oferta es sencilla, busca promover el diálogo con el Gobierno y tendría que ser desarrollada ampliamente, Carrasco Rouco avanzó que este ámbito de valores y creencias en la escuela debe ser impartida respetando «la conciencia de los niños, de su mundo, de su cultura y tradición», es decir, «su identidad».
Un currículo, varias modalidades
Es por ello que los obispos proponen que haya varias modalidades de abordar estos valores comunes que vendrán determinados por la autoridad educativa, valores que tengan que ver con la relación con la naturaleza y las personas, la justicia, los pueblos, la interioridad, la solidaridad, la igualdad entre hombres y mujeres… «Un conjunto de competencias que deben ser comunes», añade.
Por ejemplo, según el responsable de Educación y Cultura de la CEE, el respeto por el medio ambiente se puede explicar desde un punto de vista de la fe católica, pues «sabemos que la naturaleza es creada por Dios». Y ha añadido: «Se puede desarrollar una reflexión sobre aquellos contenidos que están estudiando todos tus compañeros siguiendo un itinerario de acuerdo a la identidad y tradición de cada uno. Un currículo semejante, distintos modos».
En este sentido, ha recalcado que los contenidos de la clase de Religión no desaparecen, sino que se ofrecen en un contexto diferente y ha dejado claro que no se diluyen dentro de unos valores genéricos, pues «hay que reconocer la identidad» de cada uno.
Según el obispo de Lugo, los detalles están pendientes, entiende que genere preguntas y prevé que provocará muchas negociaciones. Pero ha añadido que si prospera ayudará a «estabilizar este ámbito de la enseñanza» y también la situación laboral de los profesores de Religión.
Todavía no ha habido una respuesta formal por parte del Ministerio de Educación, sí han recibido ecos positivos. Otra cosa, ha dicho Carrasco Rouco, es la aritmética parlamentaria.
Llamada urgente al pacto
Por su parte, el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello, ha lamentado que las enmiendas a la LOMLOE presentadas por los grupos que sostienen al Gobierno en el Congreso de los Diputados vayan en la línea «de hacer que la clase de Religión sea un gueto» y ha pedido al presidente del Gobierno, que se reúne mañana con el Papa Francisco, que acoja la llamada del Pontífice a un pacto global y lo concrete en la realidad española. «El momento es urgente», ha apuntado.
En su opinión, la importancia de la formación en valores morales y creencias se está haciendo patente en estos tiempos de pandemia, donde «hace falta responsabilidad personal, que los ciudadanos estemos a la altura de las circunstancias».