Los obispos de Europa celebran la sentencia de Estrasburgo sobre vientres de alquiler
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) ha dado la bienvenida a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que declaró que Italia había actuado legítimamente al quitar la custodia de un niño gestado en Rusia por un vientre de alquiler al matrimonio que lo había contratado
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE) ha dado la bienvenida a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que el martes 24 declaró que Italia había actuado legítimamente al quitar la custodia de un niño gestado en Rusia por un vientre de alquiler al matrimonio que lo había contratado.
En un comunicado, COMECE subraya que, según el tribunal de Estrasburgo, en los casos de maternidad subrogada «no hay obligación de reconocer los lazos paterno-filiales si no hay vínculo biológico». Además, valora que la decisión «reafirme la competencia exclusiva de los estados para reconocer una relación paterno-filial legal y las prerrogativas del Estado de salvaguardar su orden público». «En casos éticamente sensibles, los estados miembros disfrutan de un amplio margen de apreciación», añade el comunicado.
Por último, destaca que el Tribunal haya concluido que un caso como el debatido —sin lazos biológicos, con un origen dudosamente legal y en el que el niño, de pocos meses de edad, solo había convivido con los contratantes cerca de medio año— «no cumple los requisitos para considerarse “vida familiar”».
Los obispos de Europa —recuerda la nota— siempre se han opuesto «a la instrumentalización de las madres gestantes» e insiste «en la importancia clave de proteger a los niños contra prácticas ilícitas, algunas de las cuales equivalen al tráfico de personas, como también se reconoce» en la sentencia.