Los obispos de Estados Unidos se movilizan contra la expulsión de los Dreamers
La Conferencia Episcopal de EE. UU. pide que se anime a los fieles durante las Misas de este fin de semana a participar este lunes en un Día Nacional de Llamadas para trasladar a los legisladores sus quejas contra los planes de Donald Trump
Los obispos de Estados Unidos han convocado una jornada de protestas este lunes contra la amenaza de deportación que afrontan los aproximadamente 1,8 millones de jóvenes que llegaron al país siendo niños, los llamados Dreamers, hasta ahora protegidos por una orden ejecutiva firmada en 2012 por Barak Obama que les permitía estudiar o trabajar sin miedo a las autoridades migratorias.
El presidente Donald Trump dio de plazo para la derogación en septiembre hasta el próximo 5 de marzo el programa de Acción Diferida (DACA), a menos que los demócratas accedan a aprobar una partida de 25 mil millones de dólares para construir el muro con México que el magnate prometió en su campaña electoral, un canje tildado por la oposición de chantaje inaceptable.
La Casa Blanca ha emitido en las últimas semanas señales contradictorias, alternando medidas de mano dura con promesas de regulación de algunos de esos jóvenes, criados y educados en Estados Unidos. También los empresarios se han pronunciado contra las amenazas del presidente.
La Conferencia de Obispos de EE. UU. ha pedido De una «solución humana y justa» para estos jóvenes que «diariamente enfrentan una creciente ansiedad e incertidumbre», según un comunicado de su presidente, el cardenal Daniel DiNardo (arzobispo de Galveston-Houston); el su vicepresidente, el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, y el presidente del Comité de Migraciones, Joe Vásquez, obispo de Austin.
Tras múltiples pronunciamientos, los obispos consideran que llegado el momento de pasar a la «acción», y durante las Misas de este fin de semana animarán a participar este lunes en un «Día Nacional de Llamadas para Proteger a los Dreamers», animando a los fieles a trasladar a sus representantes públicos su malestar por la falta de acuerdo para proteger a estos jóvenes.