Los obispos claman contra la expansión del conflicto en Sudán - Alfa y Omega

Los obispos claman contra la expansión del conflicto en Sudán

La conferencia episcopal denuncia en un comunicado que ambos bandos «están vinculados a patrocinadores externos que siguen proporcionándoles armas cada vez más sofisticadas»

Victoria Isabel Cardiel C.
Una mujer con su hija en el campo de refugiados de Zamzam, cerca de Dafur del Norte, en Sudán. Foto: OSV / Mohamed Zakaria, MSF vía Reuters

El centro de la capital sudanesa, Jartum, está viviendo un encarnizado enfrentamiento armado entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), el Ejército regular guiado por el general Al Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), las milicias paramilitares del general Mohamed Hamdan Dagalo, más conocido como Hemetti. El conflicto abierto ha sido el epílogo a un año y medio de desencuentros que dieron al traste con el periodo de transición democrática.

La Conferencia Episcopal de Sudán (SCBC por sus siglas en inglés, que incluye a los obispos de Sudán del Sur) ha clamado contra el fragor de las bombas que está provocando decenas de muertos y la huida de familias enteras que se refugian en las ciudades y pueblos del sur y el norte de la capital. Según ha reportado Vatican News, el episcopado del país ha arremetido contra los intereses egoístas que han avivado el conflicto.

«No se trata simplemente de una guerra entre dos generales, ya que los militares se han incrustado inextricablemente en la vida económica del país. Tanto las SAF como las RSF cuentan con redes de élites adineradas sudanesas e internacionales y cárteles que se benefician de su control de diversos sectores económicos y están vinculadas a patrocinadores externos que siguen proporcionándoles armas cada vez más sofisticadas, como drones», afirman los prelados en un comunicado. «El tejido de la sociedad sudanesa ha quedado desgarrado, con la gente conmocionada, traumatizada e incrédula ante el nivel de violencia y odio».

Su llamamiento llega en un momento en el que las negociaciones de paz no están sobre la mesa de las partes beligerantes. «Seguiremos en esta batalla hasta la victoria. Repito una vez más que no negociaremos con un enemigo que nos ataca y ocupa nuestras tierras», declaró el general Dagalo mientras visitaba a sus tropas en las zonas de los alrededores de la capital, Jartum, que su Ejército ha tomado. Por su parte, el general Al Burhan, jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas, también cerró la puerta al diálogo y reiteró su negativa a ceder a la presión internacional y sentarse en una mesa de negociación en Yeda (Arabia Saudí).

Según la agencia Fides, afirmó que «no iremos a una mesa de negociaciones en la que ellos [los mediadores] quieran arrastrarnos de las orejas. Y no iremos a negociaciones mientras el enemigo siga ocupando nuestras casas y saqueando nuestras riquezas. No iremos a negociar antes de que el enemigo se vaya, y ellos [los mediadores] deben obligarles a hacerlo si quieren que negociemos con ellos».

Atrapados entre los dos bandos

El balance humanitario del conflicto es terrible. De acuerdo con la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), las familias desplazadas en regiones como Gedaref buscan desesperadamente un refugio desde que los enfrentamientos estallaron en el estado de Sennar, en el suroeste del país. Al menos 55.000 personas se han visto obligadas a huir de Sinja, la capital de Sennar. Además, al menos diez millones de sudaneses han sido desplazados de sus hogares desde que comenzó la guerra en abril de 2023 y la mayoría han quedado atrapados en las zonas que se disputan los dos grupos.

Entre ellos, hay unas 80 personas que han buscado refugio en la misión católica de Dar Mariam, en el distrito jartumí de Al Shajara. Esta zona, situada cerca de una base de las Fuerzas Armadas, ha sido el escenario de intensos combates y los refugiados tienen que hacer frente a la escasez de agua potable y alimentos.