Los obispos alemanes desafían al Vaticano y ratifican el estatuto del «camino sinodal»
El estatuto será llevado a Roma «para información, no para su aprobación», ha asegurado el cardenal Reinhard Marx
La tradicional asamblea de otoño de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), que ha concluido este jueves en Fulda, ha reafirmado su disposición a continuar con el «camino sinodal» a partir de los cuatro documentos a debate. Versan sobre vida sacerdotal, estructura de poder de la Iglesia, papel de la mujer y moral sexual católica, sin añadir un quinto foro sobre evangelización, como algunos prelados habían sugerido tras la lectura de la carta enviada por el Papa Francisco «al pueblo de Dios que peregrina en Alemania» a finales de junio.
«Estoy en contacto con las autoridades competentes del Vaticano, les iremos manteniendo puntualmente informados sobe el transcurso del proceso», ha dicho el presidente de la DBK, el cardenal Reinhard Marx, en la conferencia de prensa de clausura. Durante la asamblea, el estatuto del «camino sinodal», que había despertado cierta intranquilidad en el prefecto de la Congregación para los Obispos en el Vaticano, ha sido ratificado por los obispos alemanes «por una amplia mayoría que superaba los dos tercios», ha dicho Marx, que ha preferido no desvelar la identidad de la minoría y que ha insistido en que «después de eso, realicé una segunda pregunta acerca de si estábamos decididos a continuar con el camino sinodal y la respuesta fue unánimemente positiva».
Esto significa que el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki, al final de la sesión plenaria hizo público su voto negativo al estatuto, votó en cambio a favor de continuar con el proceso y comprometió la participación de su diócesis. «No olvidemos que el obispo no es lo mismo que la diócesis», ha explicado Marx. También el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, ha declarado a medios de su diócesis que votó en contra del estatuto y se ha quejado de que el borrador marcaba el rumbo equivocado, reservándose el derecho de abandonar más adelante el «camino sinodal».
A partir de ahora, el estatuto será llevado a Roma «para información, no para su aprobación», ha precisado Marx. También el Comité Central de Católicos Alemanes (ZdK) tendrá que estar de acuerdo, pero eso se da por prácticamente por descontado. «Las conversaciones que hemos mantenido en Fulda son muy positivas, porque aquí hablamos todos con todos. No se trata de decir lo que se piensa en un foro o escribirlo en un artículo, sin tener que contrastarlo con nadie, sino de un trabajo constructivo de unos con otros», ha valorado el presidente de la DBK.
Cambios necesarios
Marx ha pedido una mirada sobria a los cambios necesarios. «No habrá un camino alemán especial… es un camino común de la iglesia en Alemania… pero y un proceso sinodal sin reforma es inconcebible», ha sugerido el cardenal, asegurando que la Iglesia alemana ayudará con este proceso espiritual a la Iglesia Universal a «reunirse y a enviar un mensaje poderoso como iglesia».
Durante el transcurso de esta Asamblea de otoño, el cardenal alemán Walter Kasper ha aclarado cuál fue su papel en la carta enviada en junio por el Papa. Admitiendo que Francisco consultó con él previamente, ha asegurado que no ha sido «ni el «ghostwriter» (término que textualmente significa escritor fantasma en inglés y que hace referencia al redactor de un texto que firma otro) ni el intérprete autorizado».
«Es cierto que el Papa Francisco me pidió una discusión sobre la situación en Alemania, pero hablamos muy poco de la reformas que se están discutiendo en el camino sinodal, tan poco como se menciona en la carta del Papa. En todo caso las preocupaciones de la carta son muy claras para todo aquel que quiera entender», ha dicho. «En mi conversación con el Papa no recibí señal alguna de dar el alto al camino sinodal, pero sí la idea de que la crisis alcanza tal nivel que no se solucionará solamente con reformas», ha indicado.
Rosalía Sánchez / ABC