Los obispos al TC: «Terminarán pidiendo perdón por esta barbaridad del derecho al aborto»
El presidente de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida de la CEE lamenta que haya avalado la ley del aborto, que es «injusta e ideológica» y va «contra la ciencia»
El presidente de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Mazuelos, ha recriminado al Tribunal Constitucional que haya avalado la ley del aborto aprobada en 2010, la ley de plazos, porque es «injusta, ideológica y va contra la ciencia», y porque «quita la dignidad a ciertos seres humanos por su edad».
El tribunal, presidido por Cándido Conde-Pumpido, ha rechazado la ponencia sobre el recurso de inconstitucionalidad del PP elaborado por el magistrado Enrique Arnaldo, que refrendaba la ley excepto en la parte referida a la información a la mujer, y ha encargado otra ponencia a Inmaculada Montalbán, que deberá recoger el sentir mayoritario. Esto es, el aval a la legislación en su totalidad.
«Recordamos al tribunal que cuando se ha puesto en duda si ciertas personas tenían dignidad o no a lo largo de la historia, siempre se ha terminado pidiendo perdón. Mi consuelo es saber que ellos terminarán pidiendo perdón por esta barbaridad del derecho al aborto», ha añadido el también obispo de Canarias en un vídeo difundido por la CEE.
Además, Mazuelos se ha preguntado si el Constitucional avala la discriminación hacia las personas con síndrome de Down, «que los pueden matar a los cinco meses y medio». «¿Qué les van a decir a ellos y a sus familias?», ha sentenciado.
Finalmente, ha señalado que «es triste» que un tribunal y unos políticos «se dediquen a imponer el neodarwinismo social al servicio del capitalismo salvaje y no buscando el bien común». En su opinión, detrás de la ley hay muchos intereses económicos y anima a preguntarse quién va a ganar dinero con ella.
Seres humanos sin derechos
Poco después, la propia Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida ha emitido una nota en la que afirma que la decisión del Constitucional «permitirá entender el aborto como un derecho, declarando constitucional que haya seres humanos que no tienen derechos y avalando de este modo una ley ideológica, anticientífica y que promueve la desigualdad».
«Como Iglesia, solo podemos ser voz de los sin voz, haciendo resonar el grito silencioso de tantas vidas humanas. Esto no significa en ningún sentido abandonar a las mujeres que tienen problemas para seguir adelante con su embarazo. Al contrario, queremos estar a su lado, acogiéndolas y ofreciéndoles una ayuda integral».
Así, han pedido a las distintas administraciones que, en lugar de proclamar el derecho al aborto, promuevan iniciativas que ayuden a la mujer a vivir su maternidad.
Por su parte, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha lamentado a través de Twitter «comprobar que la vida, que es lo más sagrado, se pone en cuestión en su origen». «Defenderla y promoverla es misión y tarea», ha añadido.
José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada, ha recordado unas palabras de san Juan Pablo II para decir que «la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral y nunca puede ser lícita».
El secretario general y portavoz de la CEE, César García Magán, también ha reaccionado en la misma red social: «Hoy es un día triste para la sociedad española. Nuestro Tribunal Constitucional, garante de nuestros derechos, entre ellos el fundamental de la vida, ha definido que solo protege los derechos de los nacidos. En España hay seres humanos a los que no reconocen derechos humanos».