«Los niños tienen mucho que aportar al Sínodo» - Alfa y Omega

«Los niños tienen mucho que aportar al Sínodo»

Macu Martín, de Palencia, preparó una juego de la oca para que los niños participaran en el Sínodo. «¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de la Iglesia?», dice la casilla cinco

José Calderero de Aldecoa
Los niños del colegio Santo Ángel, de la Fundación Educere, jugando a la oca. Foto: Diócesis de Palencia.

«De oca a oca y tiro porque me toca»; «de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente». ¿Qué niño no ha jugado al juego de la oca? Aprovechando el tirón de este famoso pasatiempo, un equipo de personas de la diócesis de Palencia ha hecho una adaptación para que los más pequeños puedan participar en el Sínodo. ¿Que qué es un Sínodo? Pues una reunión que ha organizado el Papa para que todos podamos dar nuestra opinión acerca de la Iglesia, incluidos, por supuesto, los niños.

Cuando Francisco escribió a la Iglesia para hablarnos de este proyecto, se preguntó por qué no escuchar también a los niños. «Ya que íbamos a preguntar al mundo entero qué piensa, los niños también debían participar. Yo trabajo en el mundo de la educación y creo que los más pequeños tienen mucho que aportar desde su forma de ver la vida y desde la sencillez que tienen», asegura Inmaculada Martín, que es profesora y ha dado clases tanto en Infantil, como en Primaria y en Secundaria.

Para animar a los palentinos a participar en el encuentro promovido por el Santo Padre, el obispo, Manuel Herrero, le pidió a Macu, que es como llaman a Inmaculada Martín, que preparara unos materiales con los que poder recoger la opinión de todos. Para los más mayores, escribió un documento con varias preguntas; para los jóvenes, hizo una actividad a partir de una canción, y para los niños, se inventó este particular juego de la oca. «Como te he dicho, trabajo con ellos, y también he ido a muchos campamentos con los scouts. Siempre que tenemos una excursión o convivencia, hacemos un juego de este tipo para aprender cosas de forma divertida, así que pensé que, en este caso, podríamos hacer lo mismo», explica.

Hasta 16 grupos de niños de Palencia han enviado sus respuestas para el Sínodo. Foto: Diócesis de Palencia.

La profe fue pintando el tablero, dibujando las casillas y escribiendo las preguntas que tendrían que responder los participantes al sacar determinada puntuación en el dado. «Y cuando lo tuve terminado, se lo pasé a dos personas distintas que también trabajan con niños –Inés González y Carolina Méndez– para que hicieran los cambios que quisieran para mejorar el juego. La verdad es que me ayudaron mucho».

Entre las tres terminaron este particular juego de la oca en el que, si caes en la casilla tres, por ejemplo, tendrás que responder a la pregunta: «¿Invitarías a tus amigos a ir o a celebrar una Eucaristía?». Si caes en la cinco, la cuestión es esta: «¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de la Iglesia?». Si lo haces en la casilla 35, el jugador tiene que expresar «alguna palabra o frase de Jesús que recuerdes». Y en la nueve: «Di tres situaciones en las que la Iglesia colabora con los demás». Pero si caes en la 30, deberás bailar la canción de la Macarena; si caes en la 25, tendrás que contar un chiste; si caes en la 28, el reto es dar diez saltos a la pata coja, y si caes en la casilla 46: «¡Ups! Vuelve a la casilla 33».

Hasta Holanda o Venezuela

Como era tan divertido, el juego ha llegado a muchas partes del mundo. «No sé quién lo ha difundido, pero sí sabemos que ha llegado a Roma, al Vaticano –donde vive el Papa Francisco–, porque nos escribieron un correo electrónico para preguntarnos si podían traducir el juego a otros idiomas», recuerda Martín. «También nos llamaron desde Holanda y América para pedirnos el material, y desde la Iglesia en Venezuela nos preguntaron si podíamos participar en un encuentro con responsables de todas las diócesis para explicar cómo habíamos trabajado todos estos materiales en la diócesis de Palencia». Ahora Macu y sus compañeros están reuniendo las respuestas que han dado los niños –solo los de Palencia, no los del mundo entero– a través del juego para mandarlas en un documento al Vaticano y que algunas ideas se puedan poner en marcha.

¿Y cuáles han sido las contestaciones de los niños durante esta actividad? «Los niños piensan que en la Iglesia sí se les escucha y, a veces, se les responde». De Jesús «aprenden a amar a los demás y también a otros que no son como ellos, y hablan de Jesús con los catequistas, pero no con los amigos». También que «las Misas son aburridas y veces los sacerdotes dicen cosas que no se entienden. Es mejor que pusieran un vídeo, como hacen en el cole, para poder entender cosas de Jesús». Les gustaría decorar la iglesia «con colores más vivos, que hubieran canciones más modernas y que se pudieran mover y bailar». Y que puedan «participar más en las celebraciones».