Los monjes de Montserrat piden «perdón a las víctimas» del monje Andreu Soler
En un comunicado este viernes, la comunidad de Montserrat han afirmado que hacen suyo el informe de la comisión de abusos de Montserrat, que ha recibido doce denuncias contra el monje Andreu Soler y un informe sobre dos abusos en la Escolanía: «Ante estos casos vergonzosos de abusos a menores cometidos por miembros de nuestra comunidad, pedimos perdón a todas las víctimas y nos ponemos a su disposición», a la vez que ha manifestado su compromiso de lucha contra esta problemática social
La comisión de investigación sobre los presuntos abusos a menores cometidos en el Monasterio de Montserrat (Barcelona) ha recibido doce denuncias contra el monje Andreu Soler —fallecido en 2008—, quien presuntamente abusó de menores en el entorno de los scouts entre 1972 y 2000, y también ha recibido un informe sobre dos abusos en la Escolanía por parte del que fue responsable entre 1960 y 1968.
Según los investigadores de la comisión, el monje se acercaba a los menores «para ganarse su confianza» y pasar «al abuso», ya sea en una ocasión o repetidos en el tiempo. En algún caso constatan violencia física, mientras que en otros casos fueron intentos, porque los niños lograron evitar los abusos. «Se observa, con el paso del tiempo, un agravamiento del delito y más urgencia en su realización», aseguran. Además, han constatado que la huella y las consecuencias emocionales y psicológicas son imborrables, como alertó el exscout Miguel Hurtado, el primero en sacar a la luz estos presuntos abusos a principios de año.
La comisión ha concluido que «se omitió cualquier tipo de actuación», sin ninguna acción por parte del abad Sebastià Maria Bardolet (que estuvo entre 1989 y 2000), pero no puede concluir si se escondió o simplemente se actuó por desconocimiento. Fue el abad Josep Maria Soler quien tuvo conocimiento de esta denuncia, seis meses después de su elección, por lo que envió al monje al Monasterio del Milagro y se puso a disposición de la víctima y de su madre.
En 2016 se entrevistó con la Congregación de la Doctrina de la Fe y, en 2019, después de que Hurtado hiciera público el caso, envió documentación a la congregación vaticana, que respondió que no era procedente el proceso canónico debido a la muerte de Andreu Soler y al hecho de que no había recibido el orden sacerdotal. En la entrevista de la comisión de investigación, el abad Soler manifestó que «actualmente actuaría de forma diferente, de acuerdo con la normativa civil y canónica».
Un segundo abusador
La comisión también recibió «un informe muy bien documentado, realizado por antiguos escolanes, sobre dos únicos casos de abuso por parte de V. T. M., monje de Montserrat» al que el abad Cassià Maria Just alejó del contacto con menores en 1968, tras entrevistarse con las víctimas, y sobre lo que la comisión considera que actuó con celeridad y transparencia.
En este caso, ve una diferencia a nivel psicológico y conductual con el monje Soler, y considera que en el caso de V. T. M. hubo «una reparación consistente en la admisión de la culpa y arrepentimiento», y considera que los dos abusos que presuntamente perpetró podrían formar parte de un cúmulo de circunstancias concretas que desconocen, y que no se repitieron.
La comisión, constituida el 24 de enero, ha sido integrada por la abogada Cristina Vallejo, el médico Xavier Pomés y la psicóloga Begoña Elizalde, con participación, con voz y sin voto, del portavoz del monasterio, Bernat Juliol, que ha hecho tareas de secretario, coordinador y enlace con el monasterio.
Su trabajo ha consistido en la consulta de informaciones y archivos y entrevistas individuales a las que accedieron ocho denunciantes, así como con expertos en abusos a menores y con miembros de la comunidad monástica: el abad del monasterio, Josep Maria Soler; el abad emérito Sebastià Maria Bardolet y Josep Maria Sanromà (actualmente en Roma).
La comisión ha visto necesario realizar un acto público de reconocimiento y petición de perdón, aunque reconoce que el padre Josep Maria Soler cumplió con la petición de perdón y reconocimiento de los hechos en una Misa en febrero, mientras que también recomienda un protocolo de protección a menores en el monasterio que incluya la figura de Delegado de protección.
La comunidad pide perdón a las víctimas
En un comunicado este viernes, la comunidad de Montserrat y el abad Soler han afirmado que hacen suyo este informe, en el caso de ambos agresores: «Ante estos casos vergonzosos de abusos a menores cometidos por miembros de nuestra comunidad, pedimos perdón a todas las víctimas y nos ponemos a su disposición», a la vez que ha manifestado su compromiso de lucha contra esta problemática social.
Siguiendo las recomendaciones de la comisión, están elaborando el plan de protección de menores que mejorará la prevención y detección, y «en breve» nombrarán al delegado que recomienda el informe, mientras que pondrá en conocimiento de Fiscalía, el Síndic de Greuges y los organismos competentes de la Santa Sede y la Congregación benedictina estas conclusiones.
Europa Press / Redacción