Los jóvenes le piden a los cardenales «una Iglesia enraizada en la sociedad»

Con motivo del cónclave que comenzará el miércoles 7 de mayo para elegir un nuevo Papa, jóvenes católicos de todo el mundo han publicado una carta abierta dirigida a los cardenales en la que expresan su particular visión de la Iglesia. «Queremos una Iglesia que crea que el Espíritu de Dios sigue soplando, también hoy, también a través de los jóvenes, también por caminos nuevos», se lee en el documento escrito por Sofi Van Ussel, directora de Kamino, organización de pastoral juvenil de la Iglesia en Flandes (Bélgica).

La misiva, en primer lugar, dice querer honrar «a los muchos papas, sacerdotes, religiosos, laicos, mujeres y mártires que nos precedieron». Todos ellos «transmitieron la fe con pasión, a veces con dolor, muchas veces con amor». No obstante, en esta revisión del pasado «reconocemos las sombras: el clericalismo, los abusos de poder, los silencios cómplices», porque «honrar el pasado es también aprender de él. No para quedarnos atrapados, sino para sanar».

En segundo lugar, con el objetivo de abrazar el presente, se refieren al Papa Francisco, quien «nos mostró otra manera de ser Iglesia». El sínodo, porque ejemplo, «no es una reunión, sino una forma de vivir». También «nos enseñó a escuchar al otros, a los márgenes, al Espíritu». Asimismo, «abrió puertas, rompió tabúes, habló de abusos, de estructuras de poder, de la naturaleza como hermana, y fue a lugares donde otros líderes mundiales no se atrevieron a ir».

Por último, destacan desde Kamino, «llamó a los jóvenes a «hacer lío» y «construyó una cultura de diálogo con quienes piensan y sienten diferente».

Sobre los retos del futuro, la organización juvenil cree que este no se puede construir sin los jóvenes, las mujeres o los laicos. «Christus vivit no es un apéndice de un informe sinodal; es un manifiesto para una Iglesia que se alimenta de la fuerza de los sueños de los jóvenes». Por ello, «le pedimos que lo tomen en serio».

Para el futuro también esperan una Iglesia «radicalmente íntegra», donde «la transparencia no sea una estrategia de imagen, sino el fundamento de la confianza»; un Iglesia «inclusiva», que «no juzga por origen, género, orientación o estatus»; una Iglesia «en diálogo con todas las confesiones»,en base al «enriquecimiento mutuo que Dios nos ofrece a través del otro». Una Iglesia, concluye, «enraizada en la sociedad: No por encima, no al margen, sino en medio, vulnerable, en búsqueda, presente».

Presente en el mundo digital

La carta ha sido firmada por jóvenes de todo el mundo y cuenta con el apoyo del popular padre Guilherme, sacerdote y DJ portugués, y de la misionera digital hermana Xiskya Valladares, conocida como la «monja TikToker».

En este sentido, la carta concluye con la petición de una Iglesia presente en el mundo digital, pero «no como una necesidad técnica», sino como «un espacio misionero». Allí, subrayan, los jovenes hoy «viven, buscan, pregunta, y comparten su fe». Por ello, instan a invertir «en una pastoral digital, en liturgias en línea, en comunidades sin fronteras».