Los jóvenes con discapacidad intelectual también viven su fe - Alfa y Omega

Los jóvenes con discapacidad intelectual también viven su fe

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Fe y Luz

«Antes, las parroquias eran más reacias a incluir a los jóvenes con discapacidad intelectual en las catequesis habituales de Confirmación. Por eso, aunque la actitud está empezando a cambiar, decidimos nosotros mismos organizar unas catequesis para ellos», afirma José Ramón Palencia, coordinador de las catequesis de Confirmación del movimiento Fe y Luz en Madrid.

Así, en la parroquia Nuestra Señora de las Américas, cada 15 días una decena de jóvenes se reúne para recibir la formación necesaria para este sacramento, al mismo tiempo que se ofrece a los padres una reunión paralela sobre los temas que tratan sus hijos.

Los catequistas son jóvenes vinculados a alguna de las comunidades que el movimiento Fe y Luz tiene en Madrid, «y son sensibles ante estas situaciones, con las que tienen un trato habitual», asegura José Ramón, quien defiende que «de la misma manera que hay otras personas que, al crecer y alcanzar cierta madurez, deciden ser más conscientes de su fe y quieren seguir más de cerca de Jesús, estos jóvenes también lo quieren hacer».

El coordinador de Confirmación en Fe y Luz conoció esta iniciativa «cuando tenía 18 años, al acompañar como voluntario a un grupo de chicos con discapacidad. Poco a poco fui cogiendo cariño a la gente, porque esto engancha mucho. Es un oasis, aunque a veces esta compañía no está exenta de sufrimiento. A mí me ha ayudado mucho a aceptar las limitaciones, a ser consciente de la necesidad de acompañarnos mutuamente y de aceptar las debilidades de cada uno».

Sencillez y alegría

«A veces se piensa que la persona con discapacidad no está capacitada para vivir su fe de manera completa –sigue José Ramón–, pero ellos tienen la misma capacidad de amar que cualquier otra persona. ¿Por qué no van ellos a tener ese deseo de compartir la fe que tienen, y de vivirla por sí mismos en una comunidad?».

«Ellos viven la fe de una manera mucho más sencilla que nosotros –continúa José Ramón–, pero no por ello es menos intensa o valiosa. Según he comprobado por mi propia experiencia, aportan una sencillez a la hora de vivir la fe y una alegría espontánea que muchas veces nosotros no tenemos. Y mientras nosotros hacemos una vida de oración a veces muy complicada, a ellos les basta con gestos sencillos que expresan lo que nosotros buscamos de forma más rebuscada o aparente».

Las comunidades Fe y Luz están abiertas tanto a personas con discapacidad intelectual como a sus familiares y amigos. Suelen tener un encuentro una vez al mes en el que, tras un momento de acogida, hay un rato de oración en común, al que sigue otro rato de compartir las inquietudes y la vida. «Y de ahí surgen después lazos personales entre amigos y familias de cada comunidad, con una relación de amistad fuerte e intensa. Todo aquel que se acerque a nosotros puede encontrar una acogida incondicional, seas como seas, de aceptación de nuestras debilidades –que todos las tenemos–, y también mucha alegría y ganas de vivir y de disfrutar», concluye José Ramón.

Los encuentros para preparar la Confirmación se celebran los domingos, de 18:15 a 19:25 horas, en la parroquia Nuestra Señora de las Américas, a partir del 26 de noviembre. Las familias interesadas pueden recibir más información escribiendo a confirmacionfyl2018@gmail.com.