Los jesuitas ofrecen «un proceso de reparación» a las víctimas de Rupnik
Consideran que la sanación «es posible siempre que haya también un camino de verdad y de reconocimiento por nuestra parte»
La Compañía de Jesús ofrece «un proceso de reparación destinado a sanar las heridas» a las víctimas del sacerdote esloveno Marko Rupnik, acusado de abusos psicológicos y sexuales a religiosas. Así lo ha confirmado a la agencia EFE la abogada de cinco de las víctimas, Laura Sgrò, quien ha explicado que se trata de un proceso de «justicia restaurativa» y que se analizará «caso por caso».
Asimismo, en una carta enviada a las víctimas, el delegado general de los jesuitas, Johan Verschueren, ha recordado que se había ofrecido a Rupnik «la oportunidad de asumir públicamente la responsabilidad de sus actos, arrepentirse, pedir perdón e iniciar un camino de purificación y terapia» y que, «ante su obstinada negativa a aceptar esta posibilidad, el Padre General decidió destituirlo».
La orden religiosa reconoce el daño causado por su inacción. «A las diversas violencias sufridas entonces, se sumaba el sufrimiento por la falta de escucha y de justicia durante muchos años», señala. A través de esta iniciativa, los jesuitas han expresado a las víctimas «la confianza en que un proceso de sanación y de reconciliación interior es posible, siempre que haya también un camino de verdad y de reconocimiento por nuestra parte».
Sgrò ha valorado este paso afirmando que la Compañía de Jesús, «con gran valentía y humildad, reconociendo los errores cometidos hasta ahora, finalmente ha acogido y abrazado a las víctimas de Marko Rupnik, ofreciéndoles el apoyo que hasta ahora les había faltado». Ha subrayado además que «se trata de un gesto claro, fuerte y concreto; un paso importante en un camino común de concienciación que sin duda dará esperanza a todas las víctimas de abusos».
El caso de Rupnik sigue abierto a nivel canónico. El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ya confirmó que las investigaciones han concluido y que se están seleccionando jueces para el proceso. Por su parte, Sgrò espera que este juicio llegue pronto y que el Vaticano «aproveche el ejemplo de la Compañía de Jesús» para actuar con decisión.
Los abusos de Rupnik se remontan a los años 90 y afectaron a al menos 20 religiosas de la comunidad eslovena Loyola de Liubliana. Una de ellas, Gloria Branciani, relató que Rupnik la sometió sexual y psicológicamente en el estudio de mosaicos donde trabajaba, incluso obligándola a mantener relaciones con otra religiosa bajo la justificación de ser «la máxima representación de la Santísima Trinidad».