Los fuertes de Ucrania - Alfa y Omega

Los fuertes de Ucrania

Cuando la vida realmente te cambia, cuando te pone todo patas arriba, cuando te vacía, es cuando te ves morir día a día sobre la cama de un hospital de campaña mutilado para el resto de tu vida y optas por volar aunque no tengas piernas

Eva Fernández
Foto: Fundación Madrina.

Les presento al capitán Tsyukh, al sargento Drobotenko y al soldado Pohoriliy. Antes combatían en primera línea del frente defendiendo Ucrania y ahora luchan en otra guerra, solo apta para quienes han visto el infierno y han salido vivos. Cuando la vida realmente te cambia, cuando te pone todo patas arriba, cuando te vacía, es cuando te ves morir día a día sobre la cama de un hospital de campaña mutilado para el resto de tu vida y optas por volar aunque no tengas piernas. Estos tres soldados atletas sobrevivientes de la guerra forman parte de un equipo de ocho combatientes ucranianos que han hecho historia en Madrid, aunque el mayor galardón lo consiguieron cuando tuvieron la valentía de no detenerse ante lo que les faltaba hasta encontrar un resquicio de luz que les alumbrara mínimamente el camino.

Acaban de alcanzar la gloria tras establecer un nuevo récord mundial de fuerza al lograr arrastrar cuatro camiones que pesaban más de 35 toneladas. Unidos bajo el nombre de Fuertes de Ucrania se han propuesto reivindicar al mundo que la discapacidad no es una barrera para participar en competiciones deportivas internacionales. Todos son jóvenes, todos llevan cicatrices en forma de prótesis por defender a gente que ni conocían, pero entre la amargura de compadecerse de su situación o rodearse de lamentos eligieron seguir combatiendo. Adaptación y resiliencia van necesariamente unidas. Resiliente es quien, ante una situación traumática, acepta la realidad y la transforma con una fuerza arrolladora, como la de estos soldados dispuestos a seguir demostrando que consiguieron lo más difícil: tenerse en pie después del impacto. Aquí vemos parte de su entrenamiento diario, tanto o más extenuante que el que realizaban en sus unidades especiales de combate. Con sus hazañas deportivas promueven la organización de competiciones internacionales para atletas discapacitados por la guerra. En esta nueva proeza han contado, por cierto, con el apoyo de la Fundación Madrina, comprometida con la vida en todas sus circunstancias, también respaldando a atletas que han sufrido una discapacidad severa como consecuencia de cualquier calamidad.

Las guerras se miden en porcentajes, estadísticas y cifras, pero todas tienen un rostro. Y el de estos fuertes de Ucrania nos ofrece una nueva lección de vida. Viktor Frankl escribió que «si no está en tu mano cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con que afrontes ese sufrimiento». Los soldados de la fotografía apostaron por una conducta proactiva, propia de las personas optimistas, muy compatible con haber rozado el infierno y haber sentido de cerca la derrota. A veces la tensión entre la luz y la sombra es necesaria y tenemos que aprender por contraste.

Originariamente, el término resiliencia se utiliza en la física mecánica para referirse a la capacidad de recuperación del material cuando desaparece la causa que lo deforma. En psicología señala a la facultad que tenemos las personas de reponernos ante adversidades. Un término que hemos puesto de moda, pero que llevamos haciendo desde siempre, aunque necesitamos héroes que nos lo recuerden. Los Fuertes de Ucrania son realmente fuertes no solo por la potencia de sus músculos, sino por haber descubierto una energía interior que no pensaban que tenían. Tras el invierno de la guerra, en su interior habita una primavera invencible.