No sé si el cineasta conoce la obra del filósofo, pero a Mateo Gil le ha salido una serie tremendamente girardiana. René Girard (1923-2015) fue un filósofo francés que sostenía que la violencia, también en la forma en que a menudo aparece en las sociedades contemporáneas, tenía mucho que ver con cuestiones como la mímesis y el chivo expiatorio.
En Los favoritos de Midas, la miniserie española de seis capítulos de apenas una hora de duración cada uno que ha estrenado Netflix, los deseos de los personajes principales se dibujan imitando el deseo de otra persona: quiero tener tu dinero, querría ser quien no imaginamos… (no puedo decir más para no hacer spoiler).
En la miniserie, inspirada en un relato corto que Jack London publicó en 1901 (The minions of Midas), vemos a un empresario (espléndido como siempre en su papel Luis Tosar) al que chantajean, en medio de una Madrid convulsa, que tiene sus calles literalmente incendiadas y en las que sobrevuela la culpa sin saber en quién posarse. Si el chantajeado no se abaja y no cumple, ya con la tensión al límite, la violencia se desatará sobre una víctima inocente, elegida al azar; una que paga por todos, cuyo sacrificio irá devolviendo la calma momentánea que siempre viene tras la incesante tormenta. Por el medio quedan la Policía, con un inspector protagonizado más que correctamente por el inefable Willy Toledo, y una periodista (Marta Belmonte) de las que honran a la profesión con su tozuda búsqueda de la verdad.
Al final, el recuerdo de la violencia generada queda conservada y velada, en este caso, bajo el conocido mito del rey Midas. Un thriller entretenido, con un guion que va cayendo a medida que avanza la trama; un final desesperanzador, y un Girard en serie que al principio parece oro, mas se queda en resultona bisutería.