Los familiares del Villa de Pitanxo con el Papa: «Agradecemos la visibilidad y le pedimos que nos ayude»

Entre las miles de personas que abarrotaban esta mañana la plaza de San Pedro para participar en la audiencia general, el Papa Francisco se detuvo con un grupo muy especial. Son los familiares de los 21 fallecidos en el naufragio del Villa de Pitanxo, que ocurrió en las costas de Canadá hace casi siete meses.

María José de Pazo, de Marín —el buque tenía base en esta villa marinera de la provincia de Pontevedra—, tomó la palabra agradecer la oportunidad y la visibilidad. Ella es la portavoz de todas las familias.

—Santo Padre, ayúdenos. Jesús estuvo con los pescadores y nosotros somos familias de pescadores. Usted también es un pescador de almas— le dijo.

Francisco asentía con la cabeza. Incluso se permitió hacer una pequeña broma: «Yo no soy un pescador, sino un pescado. Fui pescado por Jesús». Y sonrieron.

El encuentro, explica De Pazo en conversación con Alfa y Omega, fue «muy emotivo». «Agracemos la visibilidad que nos está dando y le pedimos que, como jefe de Estado que es, sea proactivo, pues tiene representación en organismos supranacionales. A las familias nos es muy difícil llegar a estas instancias», añade.

El apoyo del Papa —ya envió un telegrama cuando se produjo la tragedia— llega un día antes de que se vote en el Parlamento Europeo si la petición de bajar al pecio y de investigar las causas del suceso se tramita por la vía de urgencia o por la ordinaria. «Nosotros queremos conocer las causas. Si decimos que fue el naufragio de mayor magnitud de este siglo, hay que investigar para que se ha justicia y prevenir», subraya.

Las familias del Villa de Pitanxo, continúa, están muy decepcionadas con el Gobierno, pues está demostrando que quiere «dar carpetazo al asunto». Según refiere la portavoz, se enteraron por la prensa de la adjudicación de la construcción de una maqueta para la recreación del accidente y no han visto al presidente Pedro Sánchez, a pesar de que le han pedido reuniones por activa y por pasiva, desde que este fue a recibir los cuerpos al aeropuerto de Santiago de Compostela.

E insiste: «Lo único que solicitamos es que se investigue. Este oscurantismo y la falta de transparencia solo alimenta especulación. No iríamos a Bruselas ni a Madrid ni al Vaticano si hubiese una investigación. Nos obligan a movilizarnos».

Las familias que se han encontrado con el Papa Francisco han acudido acompañadas del párroco de Santa María del Puerto de Marín, David Mohedano, que desde que se produjo el suceso se puso a disposición de los allegados de las víctimas, igual que otras instituciones de la Iglesia como le Stella Maris de Vigo.