Los expertos piden formación ante la IA: La falta de aprendizaje «nos pone al borde del abismo»
Empantallados y GAD3 han presentado el informe Educar en la era de la IA, que propone siete habilidades para «potenciar lo genuinamente humano»
En 2023 hubo un hito que lo cambió todo: la irrupción de la inteligencia artificial. «Se trata de la tecnología que más rápido ha entrado en nuestra vida». Es más, «no hay nada que estemos haciendo en la actualidad que no vaya a ser impactado por ella», ha destacado Narciso Michavila, presidente de GAD3 en la presentación del VI Estudio de Empantallados y GAD3 Educar en la era de la IA. «Los alumnos lo utilizan con normalidad para buscar información. También la utilizan los padres para ahondar en conceptos educativos e incluso los profesores», ha añadido.
El problema, según Michavila, es que «hay una brecha con la formación que se nos da en el mundo educativo». Es una intuición que perciben los estudiantes. De hecho, el estudio subraya que 6 de cada 10 alumnos encuestados creen que no reciben suficiente formación en el mundo educativo.
La falta de aprendizaje en este ámbito «nos pone al borde del abismo», ha destacado el presidente de GAD3. Porque «si no desarrollamos las habilidades necesarias, no vamos a saber manejar la IA y es ella la que va a terminar por controlarnos a nosotros». Como ejemplo de ese abismo, ha hablado de esos jóvenes que salen por ahí con los amigos a hacerse selfies, pero no van a ver a sus abuelas.
«Potenciar lo genuinamente humano»
Elena Martínez, directora general de Empantallados, ha tomado el relevo de Michavila y ha resumido esa requerimiento por la formación en la necesidad de «potenciar lo genuinamente humano». En este sentido, ha presentado sucintamente una serie de «siete habilidades humanas que se hacen más necesarias que nunca en este entorno cambiante» en el que nos desenvolvemos a diario.
El estudio ha ahondado en cada una de ellas. Son las siguientes:
En la era de la IA, las habilidades humanas más necesarias son las relacionadas con la adaptación al cambio (resolución de problemas y capacidad de aprendizaje); así lo perciben los adolescentes, profesores y padres.
La IA trae cambios, pero los estudiantes no los ven con miedo: más de 7 de cada 10 adolescentes perciben como positivo el impacto de la IA en su futuro profesional. Padres y profesores se muestran un poco menos optimistas: más de la mitad valoran positivamente el impacto de la IA en el futuro profesional de sus hijos y alumnos, en concreto, 55 % y 59 % respectivamente. Entre ellos, los que utilizan la IA son los que hacen una valoración más positiva.
El reto actual no es acceder a la información, sino distinguir entre la sobreabundancia de contenidos. Más del 50 % de los alumnos afirman comprobar siempre o frecuentemente la información que ofrece la IA. Este porcentaje asciende al 63 % entre los alumnos que perciben como muy presente la IA en su educación. Más del 40 % de los adolescentes reconoce haber compartido información, que posteriormente ha descubierto que era falsa.
Otro de los resultados que muestra el estudio es que los buscadores todavía no han sido destronados por la IA. La fuente de información más utilizada por adolescentes, padres y profesores sigue siendo Google. Entre los alumnos, ChatGPT se posiciona como la segunda opción más consultada. Respecto al anterior estudio, la confianza en ChatGPT ha aumentado considerablemente en alumnos y profesores, en el último año, pasando de 61 % a 79 % en los alumnos; y de 37 % al 55 % en los profesores.
Adolescentes, profesores y padres subrayan la necesidad de la creatividad. Los profesores que no utilizan la IA apuestan por un uso restringido a actividades específicas. Pero, si los límites no son efectivos, ¿cuáles son las medidas eficaces? El 47 % de los profesores creen que es importante fomentar que los alumnos razonen y conecten ideas, más allá de las respuestas generadas por IA. En definitiva, enfrentarse a la realidad con creatividad.
El 70 % de los adolescentes reconoce que el uso de la IA puede influir en su relación con los demás o en su capacidad de empatía. Las máquinas están modificando las interacciones con otras personas. Casi un 30 % de los adolescentes utiliza la IA para hablar sobre temas personales o decisiones importantes. Y el 14 % de los padres piensa que la IA podría sustituirles en ciertas funciones como padre/madre; por ejemplo, dando consejos a sus hijos sobre decisiones importantes.
Uno de los principales retos para más del 60 % de los profesores, es que la IA tenga un impacto negativo en la capacidad de esfuerzo de los alumnos, y en su dependencia de esta herramienta. En torno a un 40 % de los profesores afirma haber observado que sus alumnos han utilizado la IA para generar respuestas sin entender conceptos o para evitar hacer el trabajo autónomamente.
Los padres y profesores que hacen un uso mayor de la IA, perciben mayor desafío en la necesidad de formar en las habilidades críticas y creativas. Y los que hacen un menor uso, temen más a la dependencia, a la menor interacción social y al aumento de la desinformación.
La IA puede ser un punto de encuentro para que adolescentes y adultos compartan aprendizajes. El 75 % de los padres que usan IA, han tenido conversaciones con sus hijos sobre esta herramienta, frente al 50 % de los padres que no la ha usado. El 45 % de los padres que ha tenido esta conversación reconoce que le ha servido para aprender sobre cómo funciona esta herramienta.
Además, cuanto más potente es la tecnología, más necesaria es la ética. Por ello nos jugamos mucho en la educación en el aspecto ético de la IA. Según el estudio, el 50 % de adolescentes manifiesta que el centro educativo no le está preparando para utilizar la IA de forma ética.
El acto fue clausurado por Jesús Herrero Poza, director general de Red.es, quien subrayó la capacidad humana de trascender frente a la capacidad técnica de la IA, pero que rechazó la propuesta del apagón tecnológico porque «no podemos cerrar los ojos ante una realidad ya existente, sino aprender a utilizarla».
En este sentido, destacó el trabajo del Gobierno en este ámbito. Concretamente citó el proyecto de ley para la protección de los menores en los entornos digitales aprobado en la víspera por el Consejo de Ministros.
Si la futura norma sale adelante, los fabricantes de dispositivos tendrán que incluir sistemas de control parental efectivos y se penalizarán las «ultrafalsificaciones» de contenido sexual o finalidad vejatoria. Además, se fomentará el aprendizaje de las competencias digitales y la prevención de las adicciones.