Los dominicos se suman al Jubileo 2025 a través del arte
Lanzan el ciclo de conciertos Reflejos de esperanza. Tendrán lugar en la iglesia del Cristo del Olivar, estudiada por especialistas debido a su excelente acústica
La iglesia del Cristo del Olivar de Madrid acoge un año más el Ciclo Música y Mística, en su octava edición. Es una iniciativa de la comunidad de frailes dominicos que une la espiritualidad y la música en una experiencia contemplativa. Bajo el título Reflejos de esperanza, esta convocatoria se enmarca dentro del Jubileo 2025 convocado por la Iglesia y dedicado a la esperanza. Ofrecerá cinco conciertos entre enero y mayo.
El primer concierto tendrá lugar este viernes 31 de enero a las 20:30 horas. Actuará el grupo coral Magerit, reconocido por su calidad y trayectoria. Los siguientes conciertos se celebrarán los días 21 de febrero, 21 de marzo, 25 de abril y 30 de mayo.
La iglesia del Cristo del Olivar es conocida en Madrid como un espacio abierto a la música coral. Como explica el dominico Vicente Niño, los conciertos comenzaron hace más de 15 años, cuando el anterior párroco, fray Carlos Robles, acogió espontáneamente a un coro que buscaba un lugar donde cantar. Desde entonces, «se corrió la voz de que éramos una iglesia acogedora», recuerda.
Además de su buena disposición, el templo tiene una excelente acústica. De hecho, fue objeto de estudio por parte de la Universidad Autónoma de Madrid en 2023. Actualmente, el Cristo del Olivar es un punto de referencia para la música sacra en la ciudad. Celebra conciertos semanales y una actividad aún mayor en tiempos litúrgicos como la Navidad y la Pascua.
«Tradición dominica del cuidado de la cultura»
Música y Mística nació en 2016, con motivo del Jubileo de la Orden de Predicadores. Desde entonces, su objetivo ha sido vincular la música con la espiritualidad, respondiendo a la «tradición dominicana del cuidado de la cultura y del diálogo con todo lo mejor de nuestro mundo». También proporcionar una experiencia que ayude a los asistentes a entrar en la contemplación y la búsqueda del rostro de Dios. «No es solo abrir la iglesia para conciertos, sino que cada pieza musical se acompaña de una reflexión espiritual», señala fray Vicente Niño.
Para esta edición, los frailes han querido sumarse al Jubileo, proponiendo un ciclo que invite a la reflexión sobre esta virtud teologal. «Cada concierto es un reflejo de la auténtica esperanza, la que nace de sabernos amados por Dios, que no nos abandona en la oscuridad», explica el dominico.
Las reflexiones espirituales que acompañan la música provienen de diversas fuentes: las lecturas cotidianas de los frailes, textos clásicos y contemporáneos, documentos del magisterio y referencias al Jubileo. «Buscamos que sean textos sugerentes, que ayuden a la oración y a la introspección», añade el religioso.
Las lecturas serán realizadas por distintos miembros de la comunidad parroquial y de la Familia Dominicana de Madrid, incluyendo frailes y laicos. «No se trata de hacer un ejercicio de virtuosismo vocal, sino de dar voz a una experiencia de fe», subraya.
Este año, la organización del ciclo ha recaído en toda la comunidad del convento, con la coordinación del nuevo párroco, fray Javier Garzón. Tras la marcha del dominico Xabier Gómez a su nueva misión episcopal en Sant Feliu de Llobregat, los frailes han asumido el reto de seguir ofreciendo este evento ya consolidado.
Más allá del ciclo de conciertos, el Cristo del Olivar mantiene una misión evangelizadora que abarca la formación teológica, la liturgia, el servicio a los más necesitados y el diálogo con el arte y la cultura. «Queremos ser una iglesia acogedora y abierta a la realidad cultural de nuestro barrio», concluyen los organizadores.