«Los cristianos deben ponerse las pilas en lo social»
La HOAC elabora nuevos materiales para fomentar la participación social y política
«El catolicismo español tiene mucho de sociológico», pero «la sociología no aguanta la fe»; «hace falta anuncio y testimonio», iniciativas concretas de cristianos que muestren que es posible construir «un mundo distinto», involucrándose activamente en mejorar la sociedad desde el compromiso social. Así presentaba el 13 de marzo el obispo emérito de Ciudad Real y responsable en la Conferencia Episcopal de la Pastoral Obrera, Antonio Algora, los nuevos materiales que, con el título La dignidad de la persona y el bien común, ha elaborado la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). El material está disponible en la página web hoac.es/dsi/, y consta de 22 vídeos de entre dos y cinco minutos de duración cada uno, disponibles en castellano, inglés y francés.
La responsable de Compromiso y Relaciones Internacionales de la HOAC, Milagros Villamarín, espera que este material sea «un instrumento» para mejorar «la calidad democrática de nuestra sociedad». «La política –añadió– no es solo responsabilidad de los políticos. Todos somos responsables, tanto por lo que hacemos como por lo que no. Si votamos o no; si participamos en asociaciones o no…, contribuimos a que la sociedad sea lo que es».
Falta, a su juicio, superar la concepción individualista del «bien común» como «el mayor bienestar posible para el mayor número de personas». «No va por ahí», prosiguió. El bien común trata de que «no haya excluidos de las condiciones necesarias para que las personas puedan desarrollar su humanidad», y debe por tanto «mirar en primer lugar a los más empobrecidos».
Algora insistió también en la necesidad de reconstruir el movimiento obrero. «He tenido que sufrir 22 reformas laborales en el tiempo que me ha tocado estar a cargo de la pastoral obrera», dijo. Se ha producido una evolución en «los modelos de vida», que «nos encierra en el individualismo y en una fragmentación de los intereses de la clase trabajadora, que es la que soporta el sistema». Según el prelado, es necesario que «los cristianos nos quitemos de encima este entontecimiento global, del “esto es lo que hay”». Y para ello «hay que reclamar a la comunidad cristiana para que se ponga las pilas» y actúe «desde las categorías de la doctrina social de la Iglesia».