Los belenes de la Pasión, una devoción que crece
Se populariza entre parroquias y fieles la costumbre de representar en formato belén las escenas de la Semana Santa «con mucho realismo, hasta se te encoge el corazón», afirma una de sus impulsoras en Madrid
«Nuestro principal objetivo es hacer una catequesis visual, que nos pueda entrar por los ojos lo que ocurrió en aquel tiempo, y que pequeños y mayores entiendan y contemplen lo que pasó Jesús por nosotros. Así se siente mucho más y se vive mucho mejor», afirma Sagrario García, responsable de campaña de la Asociación de Belenistas de Madrid, que desde hace tres años se dedica, desde que acaba la Navidad, a construir las escenas de la Semana Santa en formato belén.
Calvarios, gólgotas, montesacros…, depende de la zona de España esta costumbre recibe un nombre u otro. García, que prefiere hablar de escenas de la Pasión, afirma que se trata de una tradición que va creciendo entre asociaciones de belenistas y parroquias, y que poco a poco va entrando también en las casas particulares.
La belenista lleva tres años realizando estas figuras en la parroquia San León Magno, de Madrid, junto a un grupo de fieles. Cada año, desde enero, preparan las escenas y desde la fiesta de san José las exponen en el atrio de la parroquia, en una superficie que este año ha alcanzado los 13 metros cuadrados, con 108 figuras entre personajes y animales.
El sentido de cada montaje es «trasladarnos a Jerusalén en la Pascua de aquel año, los días anteriores a la muerte de Jesús, representando el vía crucis y el Calvario, todo en un sentido cronológico», afirma García.
Ante cada una de estas escenas de Pasión los sentimientos son encontrados, porque «no es el belén al que estamos acostumbrados. Hay mucho realismo, se ve sangrar al Señor, y muchas veces se te encoge el corazón. Es muy impactante».
Por eso, la belenista recomienda que, cuando nos encontremos ante estas representaciones, «nos quedemos recogidos, mirando y contemplando lo que tenemos delante de nosotros, lo que pasó Jesús».
Desde hace casi tres semanas, el colegio San Ignacio de Loyola, en Torrelodones (Madrid) expone las escenas de la Pasión elaboradas por la Asociación de Belenistas de Hoyo de Manzanares.
«No nos podíamos creer que esta exposición viniera al cole», cuenta María Ángeles Quesada, la directora pedagógica. «Ha sido un regalo a todos los niveles», porque en torno a la muestra se ha encontrado toda la comunidad educativa. «La repercusión entre las familias ha sido muy grande, y ha propiciado que vengan más al colegio». Esas visitas son una «oportunidad para ellas de establecer un diálogo con sus hijos, de contarles», dice Quesada.
Y también las clases de Religión de estas semanas se han trasladado a la entrada. Allí, los alumnos visualizan de forma muy plástica lo que acontecerá estos próximas días de Semana Santa. El montaje ayuda a situarlos, con la sucesión de las escenas de forma cronológica: la entrada en Jerusalén, la última cena, la oración en el huerto, el prendimiento, el encuentro con la Verónica, la crucifixión, el descendimiento, la resurrección… «Es una catequesis», afirma la directora pedagógica, «un auténtico regalo».